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Investigadores chinos aseguran haber desarrollado el útero artificial de una madre robot con la capacidad de gestar embriones humanos.
Científicos del Instituto de Ingeniería y Tecnología Biomédica de Suzhou, en China, aseguran haber desarrollado un útero artificial capaz de gestar un embrión humano sin necesidad de una madre. Este dispositivo, afirman los investigadores, cuenta también con una inteligencia artificial que se encarga de vigilar el crecimiento del feto y asegurarse de que no le falta nada durante su desarrollo.
Llevamos décadas dándole vueltas a la idea de los úteros artificiales desde que el médico neoyorquino Emanuel M. Greenberg patentara el primer diseño en los años cincuenta. Su útero artificial consta de un tanque lleno de líquido amniótico que alberga al feto, una máquina que se conecta al cordón umbilical del embrión, bombas de sangre, un riñón artificial y un calentador de agua.
El diseño más reciente es obra de investigadores de la Universidad de Eindhoven, en Países Bajos y data del 2019 y está pensado para evitar que bebés que han nacido prematuramente pasen por la incubadora y crezcan en un medio más favorable.
Según sus creadores, su sistema estará listo en unos siete años. Aunque no son los únicos, países como China o Israel también han anunciado avances en este campo recientemente.

¿Cómo funciona el útero artificial chino?
Según cuentan los investigadores chinos en un artículo publicado en el ‘Journal of Biomedical Engineering‘ —una revista científica china revisada por pares—, ellos ya podrían tener uno funcionando, aunque por ahora solo se ha usado con ratones. Su útero artificial, o “dispositivo de cultivo de embriones a largo plazo“, como lo llaman, es un complejo sistema de contenedores donde se desarrollan los embriones gracias al aporte de fluidos ricos en nutrientes y oxígeno.
El sistema también cuenta con un dispositivo óptico capaz de vigilar los embriones y proporcionar información clave sobre su crecimiento. Esta información está controlada por una inteligencia artificial que puede detectar hasta los más pequeños cambios en el estado de los embriones y ajustar los niveles necesarios para su correcto desarrollo. En esto consiste el principio de funcionamiento del útero artificial de Eindhoven.
Aunque su tecnología puede gestar embriones humanos en largos periodos de tiempo, todavía no se hace funcionar pues las leyes internacionales prohíben esta experimentación más allá de las dos semanas.
Queda todavía mucho desarrollo pendiente, los científicos aseguran que el útero artificial podría eliminar la necesidad de llevar los embriones en gestación por nueve meses en el cuerpo femenino, permitiendo que el feto crezca de forma segura y eficiente.
“Todavía hay muchas incógnitas sin resolver sobre el proceso fisiológico del desarrollo normal de los embriones humanos. Por lo tanto, el estudio del proceso de desarrollo embrionario humano no solo ayuda a las personas a comprender mejor el origen de la vida y el desarrollo embrionario, sino que también proporciona una base teórica para resolver los principales problemas de salud reproductiva como los defectos de nacimiento”.
aseguran los investigadores en su artículo.
¿Una opción para aumentar la natalidad?
Como apunta el medio hongkonés ‘South China Morning Post‘, esta noticia llega en un momento en que China se enfrenta a un fuerte descenso de la natalidad. A pesar de que su Política de Hijo Único cesó en 2015, en los últimos cinco años el número de recién nacidos se ha reducido casi a la mitad y el crecimiento de la población ha sido el más bajo de las últimas seis décadas.
Este problema no es solo de China. Un estudio de ‘The Lancet‘ advierte que la población de 23 países verá reducido su número a la mitad de aquí a 2100.
Elon Musk calificó en Twitter las proyecciones de nacimientos de la ONU —calculadas en un aumento de 2.000 millones para 2050— como “disparate” y aseguraba que tendríamos que estar más preocupados por lo que califica como futuro “colapso demográfico”.
Ese debate, en el que participaban otros magnates tecnológicos, acabó en una intensa discusión sobre si una solución a este problema sería invertir en tecnología que haga que tener hijos sea mucho más rápido, como el citado útero artificial, más fácil, barato y más accesible.
No está claro si los úteros artificiales serán capaces de parar esta tendencia. Es una tecnología polémica y de problemas éticos y legales que impiden que las investigaciones se desarrollen por completo. El pasado mes de mayo se abrió una puerta a estos experimentos cuando la Sociedad Internacional para la Investigación con Células Madre publicó directrices que indican que podría ser permisible estudiar embriones humanos vivos durante más tiempo.
FUENTE: El Confidencial.
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