Con el alza del precio del combustible, ahorrar gasolina es menester y una conducción eficiente puede ser clave para reducir hasta un 20% nuestro gastos de movilidad.
En el difícil aprieto en que nos ha puesto el aumento constante del precio de los combustibles que, tristemente, prometen seguir aumentando, es posible ahorrar gasolina y reducir el presupuesto dedicado a nuestra movilidad con el simple hecho de practicar una conducción eficiente, sostenible y ecológica. Con el precio medio del litro de gasolina en torno a 1.45 balboas hasta el pasado 13 de junio, saber conducir el auto con eficiencia puede permitirnos ahorrar gasolina significativamente.
Según un informe del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la conducción eficiente y debidamente planificada significa una reducción en el consumo de combustible entre un 10% y un 20%.
También implica menor riesgo de sufrir accidentes de tránsito y menor emisión de contaminantes, con lo que también nuestro planeta gana. Así que antes de iniciar tu próximo viaje, te invitamos a planificar bien tu ruta.
¿Pero cómo conseguir ahorrar gasolina mediante una conducción eficiente? Hoy te proponemos las siguientes prácticas.
1. Planifica bien tu viaje
Lo primero que recomendamos para ahorrar gasolina, es estudiar bien a priori el viaje que deseas realizar para llegar al destino de un modo fácil, rápido y seguro. Alargar solo diez minutos el viaje de una hora puede provocar un aumento del consumo en gasolina de hasta un 14%. Por eso, seleccionar las rutas adecuadas antes de emprender el viaje y evitar las elecciones espontáneas es lo más recomendable.
2. Velocidad adecuada y sin cambios bruscos
Ni más rápido ni más despacio, lo importante es conducir a una velocidad apropiada para las circunstancias de la vía. Conviene una conducción sin cambios bruscos y, si puede ser, a una velocidad moderada. Procura mantener la velocidad lo más uniforme posible y buscar fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario.
Cuando disminuyas la velocidad, levanta el pie del acelerador y antes de accionar el pedal de freno, si la situación lo permite, deja que sea el freno motor el que actúe primero. Si debes frenar, hazlo suavemente y reduce de marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada. Conviene no abusar de la velocidad porque el consumo se dispara a partir de los 100 km/h y la meta es ahorrar gasolina, no despilfarrar.
3. Revisa la presión de tus ruedas
Los neumáticos deben ir hinchados a la presión indicada por el fabricante y según las condiciones climatológicas (con mucho frío el neumático necesita un poco más de presión).
Conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la correcta hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4% en carretera.
4. Una temperatura adecuada dentro del vehículo
Otra buena práctica para ahorrar gasolina es mantener una temperatura de 21º en el interior del vehículo y evitar viajar con las ventanillas abajo cuando se hace a alta velocidad pues se produce mayor resistencia al aire y, por tanto, mayor consumo de carburante. Aunque el aire acondicionado también significa consumo, en autopista es mejor opción que abrir las ventanillas.
5. Evita las sobrecargas
Si se puede, no es para nada recomendable desplazarse en un coche que está muy lleno, porque, debido al peso, el consumo de combustible es mucho mayor. De hecho, puede aumentar hasta un 39% cuando se viaja a una velocidad de 120 kilómetros por hora. Si deseas ahorrar gasolina, evita las sobrecargas.
6. Apaga el motor en las paradas
Es recomendable apagar el motor cuando el vehículo esté estacionado durante más de dos minutos, ya que con el motor encendido, incluso quieto, sigue consumiendo energía.
De hecho, en estos casos el automóvil de gasolina estaría consumiendo hasta 0,7 litros/hora.
7. Anticipa y frena con el motor
Hay que adaptarse con antelación a las condiciones de la carretera. Es de sentido común no frenar cuando quedan dos metros para alcanzar a otro vehículo que va por delante, sino aprovechar la inercia y frenar de forma suave.
También es importante reducir con las marchas engranadas (freno motor). No se debe bajar una pendiente en punto muerto, porque consume combustible, es peligroso y desgasta los frenos. Antes de entrar en una curva de la carretera, hay que levantar el pie del acelerador y reducir de marcha.
En filas es mejor circular sin acelerones ni frenadas. Con una marcha engranada, sin pisar el acelerador y a una velocidad superior a 20 km/h, no hay consumo de carburante.
8. Aprovecha las bajadas
Utiliza los descensos para ahorrar en el consumo de combustible. Aprovecha la inercia para adelantar el cambio de marchas circulando a bajas revoluciones. En las subidas, retrasa al máximo la reducción de marcha, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador, aunque nunca pisando a fondo.
9. Dale buen mantenimiento al vehículo
Realizar los mantenimientos periódicos, incluyendo mantener los niveles y filtros, permite ahorrar gasolina y reducir las emisiones contaminantes, mientras que detectar posibles fallos puede evitar averías más graves.
10. Un auto que favorezca la movilidad cero
Elegir un vehículo que favorezca la conducción «verde», por supuesto que es sinónimo de conducción eficiente. Junto a los motores de combustión (gasolina y diésel), que han reducido en los últimos años de forma importante las emisiones contaminantes, el mercado ofrece cada vez más modelos que son más limpios como los eléctricos 100%.
11. Una opción más sostenible
Por último, no podemos dejar de recomendarte apostar por la opción más sostenible, la de la movilidad cero. Utilizar la bicicleta o caminar en lugar de conducir el vehículo favorece el buen humor, reduce el estrés y mejora la calidad del sueño. Además, ahorrar gasolina es un hecho y nuestro planeta también gana. Y por supuesto, también podrías aprovechar el transporte público cuando tus viajes sean cortos.
FUENTE: Heraldo.