Con el taller “Gestión integral del carbono azul: Conciliando ciencia y política” se busca sensibilizar y compartir experiencias relacionadas con el tratamiento sostenible de los recursos marinos.
El pasado miércoles MiAMBIENTE, con el apoyo del proyecto “Patrimonio Natural Azul”, realizó el taller de gestión del carbono azul para sensibilizar a colaboradores de diferentes sectores en experiencias relacionadas con el tratamiento sostenible de los recursos naturales.
El intercambio de experiencias contó con el auspicio del Gobierno del Reino Unido y la administración de los fondos correspondientes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Audubon Américas.
Se enmarca dentro de la acción 2 del Plan Acción País Panamá del programa Euroclima+ 2020, ejecutado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración de Políticas Públicas (FIIAPP).
En la inauguración del taller estuvieron presentes Maribel Pinto, líder del Departamento de Adaptación de la Dirección de Cambio Climático de MiAMBIENTE, Esperanza González, especialista de Cambio Climático del BID, Jake Beesley, de la Embajada del Reino Unido en Panamá y virtualmente Elsa Velasco, del Programa Euroclima+ 2020.
La jefa de Adaptación del MiAMBIENTE, resaltó la importancia de la gestión integral del Carbono Azul y el papel en la reducción de los gases de efecto invernadero, enmarcado en la gestión de riesgo frente a los impactos del cambio climático que se vive actualmente. Explicó que la actividad forma parte de las iniciativas de la Unión Europea para mejorar las acciones en la agenda climática de Panamá.
Resaltó también que estas soluciones pueden beneficiar tanto de manera social, económica, como ambientalmente, y en forma transversal. El representante de la Embajada del Reino Unido, Beesley precisó que se trata de un tema de vital importancia a nivel ambiental y de desarrollo económico; sobre todo por los efectos del cambio climático y que es fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible.
Resaltó que antes, se comprendía la gestión integral de los océanos como una mera aspiración del desarrollo humano, pero en vista de los efectos del cambio climático a nivel global, “esta gestión se ha convertido en una necesidad para alcanzar un desarrollo sostenible”.
Especificó los objetivos de los océanos para la supervivencia del ser humano y su papel como fuente de comercio, transporte, comida y energía.
Expuso además los alcances económicos de los recursos marinos, que alcanzan 3.2 trillones de dólares para el 2030. “Si queremos preservar el valor tanto ambiental como económico del océano, debemos definir nuestra estrategia hacia un manejo sostenible”. Explicó que en el Reino Unido, los océanos proveen alrededor de 500 mil trabajos, 47 millones de libras esterlinas a la economía y es el medio de comunicación para el 95 % del comercio del país.
“Panamá depende de los océanos para su desarrollo y bienestar económico. Es fuente de alimento, turismo, transporte y comercio; y es un país privilegiado con ricos ecosistemas que dan espacio a la migración de importantes especies marinas, contando en su territorio con cinco sitios Ramsar con manglares que han sido reconocidos a nivel internacional por su rol vital en la captura del carbono”.
puntualiza Jake Beesley, de la Embajada del Reino Unido en Panamá.
Esperanza González del Banco Interamericano de Desarrollo, consideró que la economía azul es un modelo emergente y en el contexto panameño es una forma de alcanzar el objetivo del desarrollo sostenible No 14 y agregó que esa entidad ha participado en diferentes iniciativas con el objetivo de apoyar las políticas tanto en el sector privado como público; “de manera que promovemos esa forma de conservación y usos sostenibles de los recursos naturales”.
También en esta actividad intervino la coordinadora del Programa Euroclima+ 2020, Elsa Velasco, quien consideró que el carbono azul es todo lo que tiene que ver con las áreas marinas: riberas, manglares que configuran la Tierra y que tienen una capacidad de mitigación verdaderamente importante, ya que corresponde al 0.5 % de la Tierra, pero es capaz de substraer y almacenar de 2 a 4 veces más de carbón que otros ecosistemas tropicales.
Ella también se refirió a las inmensas posibilidades de rescate del carbono azul con relación a las emanaciones y que ya se tienen en cuenta en la Unión Europea para una solución del cambio climático.
Además, resaltó las capacidades de Panamá para impulsar una política, que, dijo “ya cuenta con instrumentos para analizar los sumideros de carbono y que ahora se requiere contar con determinar los beneficios en los sistemas marinos costeros del carbono azul”.
Presentaciones
Diferentes expositores nacionales y extranjeros hicieron presentaciones para exponer casos y experiencias sobre las formas como se ha gestionado el carbono azul.
La primera presentación, titulada: “¿Qué es la economía azul? Marco para el carbono azul”, estuvo a cargo del doctor Thauan Santos, profesor de la Escuela Naval de Guerra de Brasil y Coordinador del Grupo de Economía Azul.
El director de resiliencia costera de Audubon Americas, Julio Montes de Oca, explicó a través de la presentación “Carbono Azul: Servicios ecosistémicos de manglares y otros ecosistemas marino-costeros” conceptos esenciales sobre la importancia y funciones de los ecosistemas de carbono azul y como su conservación, restauración y manejo sostenible aportan a la mitigación y adaptación al cambio climático.
David Olarte, director del proyecto “Vida Manglar” por Conservación Internacional, brindó una exposición sobre las experiencias de Colombia en el desarrollo de su mercado de carbono azul.
Juliana Chavarría de Audubon Americas y Yenifer Díaz de la Sociedad Audubon Panamá, remarcaron los avances en la implementación del proyecto “Patrimonio Natural Azul”, un ambicioso proyecto desarrollado por estas dos instituciones en coordinación con el MiAMBIENTE, financiado por el Fondo de Carbono Azul del Reino Unido, y administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); que tiene como objetivo elevar la importancia del capital natural de los ecosistemas marino-costeros de Panamá, promoviendo su valoración, protección y mejoramiento.
La doctora Indra Candanedo, investigadora de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) presentó el desarrollo de investigaciones recientes en turberas llevadas a cabo en Panamá y expandió en cómo estas acciones pueden potenciar los compromisos climáticos del país.
Para finalizar la ronda de presentaciones, el ingeniero Carlos Guerra, analista de cambio climático del MiAMBIENTE en temas de carbono azul, dio a conocer la interrelación entre la obtención de información científica y cómo ésta puede y debe alimentar la formulación de políticas públicas que inciden sobre el manejo de los ecosistemas de carbono azul.
En la parte final del taller se hizo una dinámica grupal en la cual los participantes aportaron, desde sus distintos sectores de trabajo, algunas experiencias y perspectivas para el mejoramiento de la gestión institucional de proyectos y ecosistemas de carbono azul en nuestro país.
Marsha Diaz
Comunicadora Social, Máster en RSE de la Universidad Anahuác de México y Candidata a PHD en Düsseldort, Alemania. Consultora en RSE y Comunicaciones Coorporativas. Miembro de la junta directiva de la Fundación Oir es Vivir.