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Leyes en favor de la explotación de combustibles fósiles en el Congreso de los Estados Unidos ponen en entredicho la administración del presidente Biden.
Más de 350 grupos conservacionistas y comunitarios, en representación del clamor de millones de habitantes del país, presentaron un llamado formal a la administración del presidente Biden y al líder del oficialismo en el Senado, Chuck Schumer, para rechazar la expansión de proyectos de combustibles fósiles durante las negociaciones realizadas el pasado 29 de julio, sobre un paquete de conciliación.
Los grupos también instaron a Biden a usar la totalidad de su autoridad ejecutiva para detener la emisión de arrendamientos federales para combustibles fósiles, negar permisos para la edificación de nueva infraestructura para combustibles fósiles, y declarar una emergencia climática, lo cual facilitaría el alcance a herramientas poderosas para combatir la crisis climática.
“Permitir nuevos proyectos de combustibles fósiles nos hará más dependientes aún a una economía basada en combustibles fósiles en las próximas décadas y además, se constituye en una traición violenta al compromiso de combatir la destrucción y el racismo ambiental”.
señalaba la carta manifiesto de los grupos opositores.
Dos de las disposiciones implicadas en la Ley de Reducción de la Inflación propiciarían la venta ilegal de arrendamientos del Golfo, requerirían arrendamientos masivos de petróleo y gas en el Golfo de México y Alaska y pondrían a disposición de dichos arrendamientos a millones de acres de tierras públicas.
No así, cualquier proyecto alternativo de energía solar o eólica, proyectos éstos que podrían construirse en tierras o aguas públicas.
Estas disposiciones sobre la cesión de arrendamientos representan la prolongación de décadas de contaminación por combustibles fósiles y perpetúan un legado de inequidad ambiental en detrimento de diversas comunidades.
Dar luz verde a la extracción de combustibles fósiles es incompatible con los objetivos climáticos de la administración de Biden. El sector científico está claro en cuanto a que el presidente no puede aprobar concesiones de combustibles fósiles si realmente aspira a mantenerse dentro del presupuesto de carbono de EE. UU. para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados.
Comunidades en primera línea de emergencia climática ya padecen los estragos del cambio climático en forma de desastres naturales que amenazan con empeorar.
Un análisis reciente mostró que en 2021, más del 40% de los estadounidenses vivían en áreas vulnerables a desastres climáticos, cifra que crecería de favorecerse los proyectos de combustibles fósiles.
Los firmantes de la carta, incluidos el Centro para la Diversidad Biológica, la Alianza por la Justicia Climática, Food & Water Watch, Greenpeace USA, la Red Ambiental Indígena, Nuestra Revolución y el Movimiento Sunrise, instan a los líderes demócratas a rechazar la expansión de los combustibles fósiles y respaldar a las comunidades que los eligieron.
En contexto
Un análisis de Oil Change International demuestra que desarrollar las reservas de combustibles fósiles existentes haría imposible evitar un calentamiento global superior a 1,5 grados centígrados y que, para tener una posibilidad razonable de evitar los efectos más catastróficos del cambio climático, deberíamos mantener cerca del 40% de las reservas donde están, bajo tierra.
Ni la nueva infraestructura ni los arrendamientos de combustibles fósiles brindarán un alivio en la provisión de combustible al consumidor estadounidense.
Además, no solo requeriría de años para su construcción, sino que la industria ya cuenta con el suficiente suministro de combustibles fósiles para las últimas décadas y estamos atrasados en hacer la transición de los combustibles fósiles a la energía 100% renovable.
En enero de este año, un juzgado federal anuló la venta del arrendamiento de 80 millones de acres en el Golfo de México porque el Departamento de Interior no contempló los potenciales daños climáticos derivados del desarrollo de los arrendamientos. No obstante, IRA restablecería dicha venta.
La Coalición People vs Fossil Fuels lleva tiempo instando al gobierno a prohibir proyectos de combustibles fósiles, incluidos oleoductos y arrendamientos de combustibles fósiles y, en su lugar, declarar la emergencia climática. Para marzo, fue el Caucus Progresista del Congreso el que sugirió prohibir nuevos arrendamientos federales de combustibles fósiles y declarar finalmente el estado de emergencia climática.
FUENTE: Biological Diversity.
