‘Ara macao‘ es el nombre científico de la vistosa guacamaya escarlata que habita una zona comprendida desde Panamá hasta el Mato Grosso en Brasil.
La rica biodiversidad de Panamá se caracteriza por su abundante flora y la variopinta comunidad de especies animales entre las que destaca el grupo de las aves. Un ave portentosa que surca nuestros cielos es la guacamaya escarlata, que debe su nombre a lo vibrante de los colores que se encuentran en sus alas. El Parque Nacional Coiba en Veraguas, es hogar de esta guacamaya conocida científicamente como ‘Ara macao’.
La guacamaya escarlata es la más colorida entre las cinco especies de guacamayas que habitan nuestro país. La guacamaya escarlata depende del bosque tropical de Coiba porque en él encuentra su alimento y lugares adecuados para su anidación y la cría de sus polluelos.
Además de este lugar, también habitan las zonas remotas de la provincia de Azuero, donde, no obstante, son unos pocos ejemplares.

Forma de vida de la guacamaya escarlata
En las profundidades coposas de la isla de Coiba, la guacamaya escarlata encuentra alimentos en los frutos de los árboles, especialmente en los almendros, un árbol nativo de Asia. Debido a que sus frutos soportan altos niveles de salinidad, ahora crecen en casi todas las costas de los trópicos americanos.
Las guacamayas buscan cavidades en la parte alta de los árboles, específicamente sobre los 30 metros de altura, a fin de construir sus nidos. También aprovechan nidos abandonados hechos por otras aves. Ponen entre uno y cuatro huevos, desarrollándose máximo dos. Con cuatro meses de nacidos emprenden vuelo y conocen las bellezas de la isla. Sus primeros recorridos serán siempre vigilados por sus padres.
Esta realidad se ha visto afectada por acciones antropogénicas que ponen en riesgo la existencia de las especies. Por ejemplo, su captura para el comercio ha contribuido con la disminución de sus poblaciones, habiendo desaparecido de algunas áreas de su distribución original. Además, la deforestación, con la conllevada destrucción de su hábitat, provocó su extinción en la provincia de Chiriquí y en la mayor parte de Veraguas.
“Lamentablemente aún las capturan por sus plumas y roban sus pichones para venderlas como mascotas”.
al respecto afirma Michele Caballero, bióloga de la dirección de áreas protegidas de MiAmbiente.
Situación actual del ave
Las guacamaya escarlata enfrenta un riesgo de extinción extremadamente alto en estado silvestre, razón por la que, según Resolución DM-0657-2016 se encuentra categorizada CR de peligro crítico.
Como la población de guacamaya roja que habita en el Parque Nacional Coiba es de importancia estratégica para la conservación de la especie, MiAMBIENTE implementará un monitoreo que una esfuerzos para proteger el hábitat de esta especie.
Esta iniciativa busca generar una línea base de conocimiento además de sensibilizar a los visitantes y comunidades locales de la zona de amortiguamiento sobre la importancia de la especie en la dinámica en el área protegida. A la vez dará oportunidad a que estudiantes de carreras afines a ciencias, puedan dar seguimiento a los monitoreos y coadyuvar en las acciones destinadas a la preservación de esta importante especie.
FUENTE: MiAmbiente.
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