Aprende a decir que no, y evitarás muchos conflictos. Aprende a poner límites, te lo digo por experiencia estarás mejor con los años. Por: Marisol Guizado
De lo que estoy convencida es que a través de nuestra vida, muchas veces vamos a estar rodeados de situaciones o personas tóxicas. Es algo que forma parte de nuestra vida y de lo cual debemos aprender a manejarlo con mucha inteligencia.
Quiero compartir con ustedes algunas de las cosas que me sirven y que trato de aplicar diariamente en mi camino de enseñanza. Entre ellos están en no caer en la ira, no permitas que nadie te haga rabiar, aprendiendo a no dejarte llevar por lo tóxico mediante respuestas hirientes o que te pueden sacar de tu zona de tranquilidad.
Una de las cosas que más me ha costado en mi vida es aprender a decir que no, porque soy de las que creo que uno debe cumplir su palabra, y no paro hasta conseguir lo prometido. Pero eso también te desgasta y te impide concentrarte muchas veces en cosas importantes y que realmente no son parte de tu vida ni tu problema. Esto se da cuidándonos de las opiniones ajenas. Dejándonos de importar lo que los demás piensen de nosotros, es muy difícil complacer a todo el mundo, ni lo intentes.
Aprende a decir que no, y evitarás muchos conflictos.
Aprende a poner límites, te lo digo por experiencia estarás mejor con los años, sin dejar de ser una buena persona. Junto con ese no, da las gracias como dicen por ahí lo cortes no quita lo valiente.
Nunca te sientas culpable por decir no. Eso te envuelve en una burbuja que te desgasta como ser humano. Acéptalo somos humanos y no siempre se puede por más que quieras ayudar a todo el mundo. Aprende a qué tú palabra sea lo más importante que tienes en tu vida. Cuando digas algo la gente siempre te respetará porque saben que tú palabra vale oro.
Por último recuerda siempre a la hora de comunicarnos y decir lo que pensamos o queremos, recordemos en respetar lo que piensan o quieren las otras personas.
Para finalizar les recuerdo que el Status Quo es el estado de cosas en un determinado momento. En palabras fáciles de entender son las cosas que siempre prevalecen o deben prevalecer. Apliquemos esto a nuestras vidas y cada día será mejor. Hay días buenos y malos pero vale la pena ponerlos en práctica, lo estoy haciendo todos los días, si me equivoco y no acierto empiezo de nuevo.
