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Una investigación del Instituto de Biomedicina de Sevilla rastreó una de las causas del Párkinson a los defectos en un complejo del cerebro que produce dopamina.
El descubrimiento de una de las posibles causas del Párkinson abre las puertas a nuevas posibilidades de tratamiento de este mal neurodegenerativo, el segundo más común de su clase, después del alzhéimer, con al menos siete millones de casos en el mundo, según la Federación Española de Párkinson.
La investigación, publicada en uno de los más recientes números de la revista NATURE, fue encabezada por Patricia González-Rodríguez, Michael Kapplit y José López Barneo, y en él se demuestra cómo los defectos en el complejo mitocondrial 1 del cerebro, necesario para la supervivencia de las neuronas que producen dopamina y cuya disfunción produce su destrucción, generan una lenta y continua progresión del párkinson.
José López Barneo, coautor de la investigación explica que el párkinson es el resultado de la muerte de las neuronas de la sustancia gris del cerebro que generan dopamina, el neurotransmisor fundamental para la función motora del organismo. Por lo tanto, entre las causas del Párkinson, un factor importante sería la muerte neuronal responsable de los temblores y la rigidez de los primeros síntomas de la patología.

Sobre la investigación
La investigación dio por iniciada en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y fue culminada en la Universidad Northwestern de Chicago. Su coautor, López Barneo destaca que hasta la publicación de la investigación, en medicina se asociaba a las mitocondrias, responsables de la respiración celular, con las causas del párkinson, pero la patogénesis, las causas de la enfermedad, cómo se produce y cómo mueren las neuronas es aún un misterio en camino de ser revelado ahora que se demuestra por primera vez una disfunción cerebral previa a la enfermedad.
La investigación ha sido posible gracias a la utilización de un modelo roedor al que se le ha eliminado el gen clave para la formación del complejo mitocondrial 1, el Ndufs2, con intención de analizar las consecuencias de su supresión en la sustancia negra. Su ausencia ha desencadenado un párkinson progresivo de similares características al que se genera en una persona que sufre una disfunción en el complejo.
El modelo observado por la investigación muestra que el complejo 1 es absolutamente necesario para la supervivencia de las neuronas y que su ausencia produce su destrucción progresiva durante varias semanas o meses simulando al curso de la enfermedad que se da en humanos. González-Rodríguez explica que este es el primer modelo animal conocido que mimetiza el párkinson en las personas.
El trastorno neurodegenerativo comienza afectando al axón de las neuronas, la estructura alargada y delgada que transmite el impulso electroquímico a otras células nerviosas, para luego alterar el soma o cuerpo celular esférico que contiene el núcleo. Se creía que los síntomas motores cardinales del párkinson son causados únicamente por el agotamiento de dopamina en los axones, sin embargo, el estudio prueba que la ausencia de dopamina en el soma también contribuye con la patología.
Posibilidades terapéuticas
La investigación prueba que las neuronas no mueren con la ausencia de dopamina, sino que sobreviven mediante mecanismos adaptativos que dan lugar a ciertas alteraciones que surgen con el tiempo. La pérdida de dopamina en el núcleo estriado del cerebro produce síntomas iniciales que no se manifiestan con las alteraciones motoras propias del párkinson. Entonces, las neuronas son potencialmente rescatables, abriendo el paso a posibilidades terapéuticas y a una eventual reversión.
Los autores postulan que las neuronas dopaminérgicas afectadas por la enfermedad de párkinson pierden algunas de sus propiedades y cambian su metabolismo, sin morir y en este estado es posible su recuperación.
En el tratamiento de la patología se emplea la levodopa, para sustituir la deficiencia de dopamina, con la que se ha observado reversibilidad en la enfermedad, no solo en modelos de ratón sino en casos tempranos en humanos. La investigación amplía las posibilidades a otros mecanismos y compuestos para retrasar el avance de la enfermedad.
Un nuevo ensayo clínico por venir
Los autores de la investigación consideran que el modelo desarrollado representa uno de los mejores de la enfermedad de párkinson esporádica actualmente disponibles por lo que lo consideran una victoria en la lucha contra la enfermedad.
González-Rodríguez no se conforma con el hallazgo de una de las posibles causas del Párkinson sino que ahora se esfuerza por sacar adelante un nuevo ensayo clínico con pacientes en colaboración con Michael Kapplit, neurocirujano en Weill Cornell Medical College de Nueva York, con el que pretende hacer un abordaje nuevo tratando el soma de las neuronas en vez de los axones.
“(Esta investigación) proporciona una descripción exquisitamente detallada de la progresión de la neurodegeneración asociada con la disfunción mitocondrial y su impacto en el movimiento y la función neuronal en los modelos de ratones. Aunque la supresión del complejo mitocondrial no recapitula todos los aspectos de la enfermedad, es probable que, en la enfermedad de párkinson esporádica, la disfunción del complejo I se combine con otros factores genéticos y ambientales para producir toxicidad en las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra”.
afirman Zak Doric y Ken Nakamura, del Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas de San Francisco.
El descubrimiento de una de las posibles causas del Párkinson permitirá estudiar el papel de la deficiencia del complejo 1 en la enfermedad y además proporcionará un modelo con el que evaluar el potencial de las estrategias terapéuticas. Descubre aquí nuevos hallazgos en la lucha contra los males neurodegenerativos.
FUENTE: El País.
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