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Jefes de Estado del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), se reunirán en la Cumbre Amazónica el próximo agosto, para evaluar la viabilidad de la bioeconomía para salvar la Amazonia.
Una bioeconomía inclusiva que ofrezca mejores condiciones de trabajo y vida para los pueblos indígenas y promueva el desarrollo sostenible tanto en las ciudades, como en el interior de la Amazonía, es el camino que debe tomar la región para su supervivencia, según más de 100 organizaciones de nueve países amazónicos.
Estas han entregado un documento a los jefes de Estado de las partes del Tratado de Cooperación Amazónica, quienes se reunirán en la Cumbre Amazónica el 8 y 9 de agosto en la ciudad brasileña de Belém.
Ahí listan 31 recomendaciones para promover el desarrollo de la bioeconomía en los nueve países amazónicos y preservar la rica biodiversidad del mayor bosque tropical del planeta.
Se trata del trabajo conjunto de cerca de 300 expertos de unas 100 organizaciones de los nueve países que se reunieron durante dos días en la primera Conferencia Panamazónica de Bioeconomía, el 21 y 22 de junio, en Belém.
“A pesar de ser uno de los biomas más biodiversos del planeta, la región amazónica aún no ha tenido un debate profundo sobre las oportunidades y desafíos para la promoción de su bioeconomía”.
afirmó el comunicado difundido.
Alertó que las actuales tasas de deforestación sugieren que la selva puede sobrepasar su punto de no retorno, “a partir del cual colapsaría y junto con ello productos únicos y valiosos servicios ecosistémicos entre ellos el agua, la precipitación, la polinización y la captura de carbono, claves para el mantenimiento de las economías locales, regionales y globales“.
“Ahora es nuestra última y mejor oportunidad para cambiar el curso de degradación y mantener en pie nuestros preciados bosques, aportando a garantizar el futuro de la vida en la Tierra”.
señaló también.
Nuevo modelo económico
La próxima década definirá si la Amazonia – hogar de más de 47 millones de habitantes, la mayoría de los cuales son comunidades indígenas, afrodescendientes o comunidades tradicionales – puede continuar con el mismo modelo económico o convertirse en el catalizador de una nueva economía basada en bosques en pie y ríos vivos para su gente y el mundo.
Las organizaciones detallaron que una investigación de WRI Brasil indica que la descarbonización de la economía de la Amazonía legal brasileña mediante el fortalecimiento de su bioeconomía podría aumentar el PIB anual de la región en 8.200 millones de dólares y crear 312.000 puestos de trabajo adicionales antes del 2050 en comparación con el modelo actual.
Un modelo económico aplicable en todos los países amazónicos dada la riqueza de productos de su biodiverso bioma.
Sin embargo, este avance se ve comprometido, porque colectivamente sólo reciben el 0,17 % del valor total del potencial del mercado mundial.
31 Recomendaciones
Además incluyeron una lista de 31 recomendaciones, dentro de las cuales, la primera es garantizar y ampliar los derechos de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades tradicionales, protegiendo sus territorios contra amenazas externas y actividades ilegales.
Combatir la ilegalidad debe ser la máxima prioridad de los gobiernos. Estos pueblos son también responsables de proteger los servicios ecosistémicos que los bosques brindan a otros sectores económicos.
Indicó que para transformar las ciudades amazónicas en centros de bioeconomía, es necesario un plan integral de infraestructuras sostenibles centrado en añadir valor a los productos y servicios de la bioeconomía.
Un plan capaz de cumplir con su propósito sin dejar de optimizar y potenciar el papel de los ríos y el transporte aéreo para mejorar la conectividad, diversificar las fuentes de energía renovables y la provisión de necesidades y servicios básicos.
FUENTE: La Estrella.
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