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Varias ciudades del mundo podrían hundirse en las aguas a causa del calentamiento global, el aumento del nivel marino o la sobreexplotación de recursos. Nueva York podría ser la primera.
Distintos estudios internacionales están proyectando que en los próximos años varias de las ciudades del mundo más próximas a las costas terminarán sumergidas bajo el agua. Una investigación de la Universidad de Rhode Island (EE.UU.) mostró cómo casi 100 ciudades de todo el planeta enfrentan ese peligro.
“Medimos las tasas de hundimiento en 99 ciudades costeras de todo el mundo entre 2015 y 2020 (—) En la mayoría de las ciudades, parte de la tierra se está hundiendo más rápido de lo que sube el nivel del mar. Si el hundimiento continúa al ritmo actual, estas ciudades enfrentarán el desafío de las inundaciones mucho antes de lo proyectado por los modelos de aumento del nivel del mar”.
afirman los investigadores de la Universidad de Rhode Island.
Y hay datos que llaman poderosamente la atención: Yakarta, la híper poblada capital de Indonesia (con más de 11 millones de habitantes) va a tener que mudarse porque el riesgo de quedar sumergida está muy presente. Y Nueva York, la ciudad más cosmopolita del planeta y emblema americano corre el mismo peligro, agravado en su caso por 780.000 millones de kilos de concreto de sus estructuras.
“El hundimiento más rápido está ocurriendo en el Sur, Sureste y Este de Asia. Sin embargo, también se está produciendo un hundimiento rápido en América del Norte, Europa, África y Australia. La actividad humana, principalmente la extracción de agua subterránea, es probablemente la causa principal de este hundimiento. Se requiere un mayor monitoreo e intervenciones políticas para reducir las tasas de hundimiento y minimizar sus consecuencias”.
añaden en su informe final los investigadores.
Los peores casos son los de Yakarta y Shanghai, pues “la tasa de hundimiento superó los 280 mm/año en Yakarta entre 1982 y 2010 y los 16 mm/año en Shanghai entre 1990 y 2001“. En ambos casos el proceso se desaceleró significativamente por la “reducción de las tasas de extracción de agua subterránea implementadas como regulaciones gubernamentales“.
Es que la preocupación ya supone un impulso en la concientización de las autoridades y la puesta en marcha de medidas mitigantes.
“Esta desaceleración del hundimiento por la gestión cuidadosa de las aguas subterráneas no es nueva. Por ejemplo, el hundimiento se detuvo o se desaceleró en Houston en la década de 1970 y en Silicon Valley en la década de 1960 después de una acción correctiva organizada. Estos ejemplos muestran que la regulación puede ser una herramienta efectiva para detener el hundimiento en áreas donde la extracción de agua subterránea es la causa principal”.
concluye el informe.
El caso de la ciudad de New York
Según el estudio, en Nueva York, el mayor agravante es el peso colectivo de los edificios. El hundimiento podría suponer un problema para una ciudad en torno a la cual el nivel del mar ha ido subiendo a un ritmo dos veces superior al mundial, y se prevé que aumente entre 20 y 76 centímetros de aquí a 2050.
A estos factores se suman las precipitaciones frecuentes y extremas, como nor’easters, o sistemas del noreste, y los huracanes resultado de la crisis climática provocada por el ser humano.
“Todavía falta mucho para que el océano se desplace hacia el interior. Pero hemos tenido un par de grandes huracanes con Sandy e Ida en Nueva York, donde las fuertes lluvias causaron inundaciones en la ciudad, y algunos de los efectos de la urbanización han permitido que el agua entre”.
afirma Tom Parsons, autor principal del estudio e investigador geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Calculada la masa de los 1.084.954 edificios que hacen los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, se llegó a la exorbitante cifra de 1,68 billones de libras (762.000 millones de kilogramos) de peso, lo que equivale aproximadamente a 1,9 millones de Boeing 747-400 completamente cargados.
El equipo de estudio utilizó simulaciones para calcular los efectos de ese peso sobre el suelo y los comparó con datos satelitales que mostraban la geología real de la superficie. Ese análisis reveló el ritmo al que se hunde la ciudad: “La media es de 1 a 2 milímetros al año, con algunas zonas de mayor hundimiento que alcanzan los 4,5 milímetros al año“, explica Parsons.
La subsidencia es el término técnico que designa el hundimiento o asentamiento de la superficie terrestre debido a causas naturales o artificiales. Ya un estudio de 2022, la estudiaba en 44 de las 48 ciudades costeras más pobladas y con zonas que se hunden más deprisa de lo que sube el nivel del mar. Este último estudio no sólo considera estos valores sino que añade el peso de la infraestructura como factor adicional para el hundimiento del terreno subyacente.
Sin embargo, no todo el hundimiento se debe a los edificios. Hay correspondencias en construcciones sobre suelos blandos y rellenos artificiales, mientras en otros lugares los hundimientos fueron difíciles de atribuir a una sola causa, pues además habría que considerar la relajación posglaciar producida tras la última glaciación, o el bombeo de aguas subterráneas.
Algunas zonas del bajo Manhattan, Brooklyn y Queens se encuentran entre las que se hunden a un ritmo superior a la media, según el estudio.
“Parte de eso parece corresponderse con los proyectos de construcción que se están llevando a cabo. Pero también observamos hundimientos en el extremo norte de Staten Island que no puedo explicar, y he investigado todo tipo de cosas, así que siguen siendo un misterio”.
señaló Parsons.
Según la geofísica Sophie Coulson, becaria posdoctoral del Laboratorio Nacional de Los Álamos, “el nivel global del mar está subiendo y las líneas costeras están cambiando, y eso es fundamental para comprender el impacto de las actividades humanas, como las emisiones de gases de efecto invernadero, en nuestro mundo que se calienta“.
“La ciudad de Nueva York es una de las zonas costeras más densamente pobladas del mundo, y una gran parte de sus infraestructuras críticas están construidas en zonas costeras bajas. Comprender cómo y por qué está cambiando el paisaje, e identificar las zonas más vulnerables a las inundaciones es esencial para hacer los preparativos adecuados para mitigar la futura subida del nivel del mar”.
concluye la geofísica Sophie Coulson.
Esta investigación examina un importante factor humano que solo ha salido a la luz recientemente: el efecto de las cargas de los edificios urbanos en el hundimiento del terreno costero.
Basta mirar el mapa de las ciudades y puntos en riesgo frente al aumento del nivel del mar para deducir la gravedad y extensión de la amenaza de hundimiento. Mientras que el Hombre sigue potenciando esos peligros sin registrar que es algo suicida para todos. Aún a riesgo de que lo tape el agua.
FUENTE: Ahoracalafate / CNN.
IMÁGENES: Pexels.
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