En Panamá se han identificado unas 92 playas de anidación de tortugas marinas en la costa Caribe y otras 86 para el Pacífico, tanto dentro como fuera de áreas protegidas. Gracias a programas de vigilancia que llevan a cabo autoridades, centros de investigación y grupos no gubernamentales, muchos de ellos a nivel comunitario, se ha logrado reducir la caza de tortugas y la recolección de sus huevos en las playas.
El método tradicional de patrullaje consiste en recorridos a pie, que pueden resultar físicamente extenuantes e inseguros para las personas involucradas, por lo largo de las caminatas que se llevan a cabo en horas nocturnas, muchas veces en sitios apartados.
Con ello se persigue identificar los sitios donde se llevan a cabo las anidaciones, para marcarlos y darle seguimiento al proceso de incubación y eclosión de los huevos o rescatarlos en caso de que hayan sido depositados en sitios de alto riesgo por las mareas o la presencia de depredadores, mejorando con ello la supervivencia de estas especies amenazadas.
Los drones o aeronaves no tripuladas han demostrado su versatilidad de uso en diferentes campos, incluyendo el patrullaje de áreas sensibles y/o remotas, así como para el monitoreo de procesos biológicos, como puede ser la puesta de huevos por parte de una tortuga.
Fue así como LatAm Drones y Fundación MarViva estructuraron una propuesta orientada a dotar con un drone a un grupo comunitario y entrenarlo para su uso, siendo escogido para ello “la Fundación Agua y Tierra, que desarrolla su trabajo en pro de la conservación de las tortugas marinas en la playa Mata Oscura, ubicada en el distrito de Mariato, al sur de la provincia de Veraguas”, según nos comenta su presidente, el Lic. Jacinto Rodríguez.
Las capacitaciones en campo se llevaron a cabo durante el mes de septiembre, “usando para ello un drone equipado con un sensor térmico, que permitía diferenciar la temperatura de la playa y el cuerpo de la tortuga, facilitando con ello su ubicación y el trabajo efectivo de los voluntarios involucrados en el monitoreo y la protección de la anidada”, de acuerdo a lo informado por Veronica Torrens, Co-Fundadora de LatAm Drones.
Por su parte, Leia González, bióloga de la Fundación Agua y Tierra le dio “la bienvenida a un nuevo elemento de apoyo en su trabajo, como son los drones, ya que con ello se facilitará su trabajo de patrullaje en las playas de anidación, pudiendo hacer ahora más recorridos en menos tiempo y con más frecuencia, así como ayudándoles a detectar a los depredadores de forma más rápida”. La temporada de anidación de tortugas marinas en playa Mata Oscura se extiende desde el 1ro de junio al 15 de marzo del año siguiente, con un pico que va desde mediados de agosto hasta finales de octubre.
Para Juan Posada, Gerente de Ciencias de Fundación MarViva, este proyecto “se enmarca dentro de la misión de fortalecer a los grupos comunitarios en el Golfo de Montijo en materia de pesca y turismo responsable, siendo Fundación Agua y Tierra uno de ellos”.
Para la Ing. Dania Montenegro, Coordinadora de Proyectos de Flying Labs, “el proyecto estaba perfectamente enmarcado dentro de la iniciativa de BID Lab, que llevaba por título El Poder de la Robótica al Servicio de la Innovación Social, siendo reconfortante ser testigo de los resultados logrados en tan corto tiempo”.
El objetivo a mediano plazo es poder seguir consiguiendo donantes, a fin de lograr equipar y seguir entrenando a grupos comunitarios de base en tan importante misión de conservación.
El video que resume esta experiencia puede ser visto a través del enlace https://youtu.be/ImCkE10YBII.
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