La industria textil está a un paso de ser sustentable al migrar de un diseño tradicional a un ecodiseño que reduzca el impacto ambiental de sus residuos.
A seis años de la firma del Acuerdo de Paris siguen tomando forma prácticas que contribuyan a la disminución de la huella de carbono y la emisión de residuos, incluyendo el ecodiseño para la industria textil, una forma de diseño que busca someter la producción a energías renovables y una menor emisión de residuos. El ecodiseño debería ser un estímulo para empresas textiles por disminuir el costo de la responsabilidad de la empresa sobre sus desechos.
El ecodiseño ha sido recibido con beneplácito por los tomadores de decisiones que diseñan fórmulas para generar incentivos en el mercado textil que permiten empujar comportamientos sustentables y conscientes en el aspecto ecológico, buscando advertir, desde el inicio de su cadena de procesos, la forma cómo terminará un producto que facturan y es consumido por un público.
Actualmente, son diversos los lugares del mundo que acumulan microbasurales de ropa que se rezaga, se desaprovecha y ocupa espacio vital.
Situaciones como esta requieren de medidas efectivas para ser mitigadas, por lo que un aspecto que a futuro tendrá que empujarse con fuerza cuando se incorpore la industria textil a la corriente sustentable será el ecodiseño.
La economía circular plantea que el primer paso para erradicar los residuos comienza en el diseño de cada producto, en su origen. Lo óptimo es evitar su generación en esta etapa, y no incurrir en el costo de hacerse cargo de ella cuando ya se ha generado. Este principio se relaciona con una mayor jerarquía en el manejo de residuos, que establece que reducir es mejor que reutilizar, reutilizar es mejor que reciclar, y reciclar es mejor que desechar.
El ecodiseño debería ser un estímulo para las empresas textiles, considerando que a mayor dificultad para reciclar un residuo, mayor es el costo que la empresa que lo produce deberá pagar por deshacerse de éste.
Políticas propuestas desde el ecodiseño contemplan que los productores asuman los costos asociados al impacto que ocasionan los artículos que comercializan en el mercado, al final de su vida útil.
Es de este modo como el productor pensará cuidadosamente de qué manera comercializa un producto, ya que, dependiendo del impacto ambiental, tendrá que pagar más o menos. Es decir, mientras más reutilizable/reciclable sea el producto, menos pagará y, por el contrario, mientras más complejo de manejar sea éste, el costo aumentará.
Este cambio necesario en la industria textil motivará a que las empresas del rubro de la ropa declaren los flujos de materiales que introducirán al mercado, y tendrán entre sus obligaciones el organizar y financiar mecanismos que permitan dar una solución a sus productos una vez que terminan su vida útil.
El ecodiseño permite identificar oportunidades determinando el impacto ambiental en cada etapa del ciclo de vida de un producto, a fin de potenciar la innovación y avanzar hacia una mejora continua.
FUENTE: País Circular.