Aun cuando, la industria textil ha generado importantes impactos al medio ambiente durante las últimas décadas; no obstante, las empresas más importantes del mundo en diseño, fabricación, mercadeo y comercialización de indumentaria deportiva, han asumido un liderazgo poco visto en otras industrias, con la orientación de sus modelos de negocio hacia la sostenibilidad.
El año 2011, las tres principales marcas de ropa deportiva, Nike, Adidas y Puma se comprometieron públicamente a eliminar, a más tardar para el 2020, los vertidos de sustancias peligrosas a través de su cadena de suministro y en todo el ciclo de vida de sus productos. Esta iniciativa promovida por Greenpeace ha dado buenos resultados y siete años después del acuerdo, estas empresas están demostrando que están avanzando en la dirección correcta.
Empresas Comprometidas
Por ejemplo, Nike ha anunciado que desde el año 2011 más de tres mil millones de botellas de plástico han sido desviados de los vertederos y convertidos en poliéster reciclado de productos de alto rendimiento para su marca. En los últimos años la empresa estadounidense ha potenciado su línea sostenible de productos y entre sus iniciativas, en los dos últimos mundiales de fútbol, sus camisetas fueron confeccionadas con plástico reciclado procedente de vertederos de Japón y Taiwán.
La marca Alemana Adidas no se ha quedado atrás y firmó una alianza con la organización ambiental Parley for the Oceans en el marco de la Parley Talk Oceans. Climate. Life., celebrada en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York en abril de 2015. Parley for the Oceans tiene como objetivo educar y comunicar para poner fin a la contaminación por plásticos a los océanos. Adidas hoy acompaña este esfuerzo con hechos concretos.
El lanzamiento de una línea de zapatillas sostenibles de Adidas es un hecho. Se trata de un modelo que ha sido fabricado con plástico reciclado que ha sido extraído del océano. Este nuevo material es para la compañía un símbolo de cambio, una bandera para una estrategia que puede resolver el problema para siempre. Adidas se ha comprometido a crear un millón de pares de estas zapatillas deportivas.
Reebok también se ha puesto las pilas verdes y lanzó unas zapatillas sostenibles hechas de algodón y maíz. El proyecto, denominado Cotton & Corn quiere apoyar los productos biológicos con unas zapatillas que después de su uso se pueden utilizar como abono. Con esta iniciativa, Reebok pretende cerrar el ciclo de vida de sus productos.
Con Cotton & Corn la empresa busca trabajar en las tres fases del ciclo de vida del producto. En primer lugar, utilizar materiales que crecen y se pueden reponer, en lugar de los materiales a base de petróleo comúnmente utilizados hoy en día. En segundo lugar, mantener la estética cuando el producto llega al mercado y por último, ocuparse por lo sucedido con los zapatos cuando la gente los deja de usar.
Este es un esfuerzo importante para el futuro de nuestro planeta, para el éxito de las marcas y el reconocimiento de los consumidores, que premiarán con un actitud favorable de compra a estas empresas comprometidas con hechos concretos en pro de la sostenibilidad.
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