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Aunque una tercera parte de los alimentos del mundo se desperdician, sigue habiendo hambre, sobreexplotación y desabastecimiento. Es tiempo de dar forma a una gastronomía sostenible.
Comer es un arte delicioso que todos amamos. Ya seamos veganos, vegetarianos, flexitarianos o demás, todos encontramos en ciertos bocados el placer de reconciliarnos con la vida, de pasar un buen momento y olvidar cualquier mal rato.
Pero, ahora, en estos tiempos de cambio climático, lo que comemos también influye en el medioambiente. Y de eso trata justamente la gastronomía sostenible.
La gastronomía sostenible es sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos. Esto se refiere a privilegiar el consumo local vs. el importado, y a buscar formas de agricultura que no sean nocivas para la tierra ni para los animales alrededor.
Sin embargo, al ser tantos seres humanos en el planeta, resulta complejo soñar con una gastronomía sostenible en un 100%. En el 2050, según la ONU, existiremos 9 mil millones de personas, y todas necesitarán comer. Y esto se complica considerando que una tercera parte de los alimentos producidos se desperdician.
4 buenos impulsos para la gastronomía sostenible
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda las siguientes acciones para que te sumes al movimiento de gastronomía sostenible:
1. Consume local
Acude a los mercados locales de alimentos y selecciónalos con base en su temporalidad. Adquirir tus alimentos con los pequeños productores o los agricultores familiares, también representa una ayuda a su economía.
Evita regatear; esto demerita todo el esfuerzo que hay detrás de su trabajo por una cosecha justa.
2. ¿Ganas de comer exótico? Déjalo para tus viajes.
Los platillos menos usuales, pomposos y exóticos suelen requerir la importación de alimentos de diversos lugares del mundo. Eso equivale a una huella de carbono considerable. Para evitarlo, opta por producción local y sostenible.
3. Tradiciones culinarias
Las naciones de latinoamérica tienen una particular inclinación al consumo de bebidas azucaradas y alimentos industrializados, que supera el consumo de verduras, frutas, leguminosas y cereales altos en fibra que normalmente conforman una dieta saludable.
Sin embargo, también la cultura culinaria está muy arraigada en nuestra cultura y los platos tradicionales y de calidad nutricional, como los frijoles, maíz y otros granos suelen frecuentar las mesas en los hogares.
Utilizar estos ingredientes para preparar nuestra dieta diaria ayudará a nuestra salud, economía y a una gastronomía sostenible.
4. No desperdicies alimentos: el pilar de la gastronomía sostenible
Evitar los desperdicios es fundamental para una gastronomía sostenible que sepa sacar el máximo provecho de los alimentos. Desde utilizar partes de la comida —como cáscaras— para hacer composta, medir los ingredientes para usarlos de forma sensata hasta guardar las sobras (y comerlas después) son acciones que permiten reducir la huella negativa en nuestras cocinas.
Planea, al cocinar, tamaños de raciones y fechas de caducidad.
El batch cooking es una excelente alternativa que te ayudará a mantenerte saludable y, al mismo tiempo, a contribuir con el movimiento de la gastronomía sostenible. Una nueva gastronomía permitirá que más familias puedan alimentarse a diario, erradicar el hambre en el mundo, rescatar nuestro planeta y dejar de abusar de sus recursos.
FUENTE: Wokii.
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