Brasil trabaja en reconstruir los hábitats perdidos de la naturaleza, incluyendo a aves que se creían extintas como el guacamayo de Spix.
El último ejemplar de guacamayo de Spix (Cyanopsitta spixii), libre en la naturaleza, se vio surcando los cielos de su originaria Brasil hace unos veinte años para casi desaparecer. Casi. Ahora, el ave será reintegrada a una reserva ubicada en Caatinga, en el noreste de Brasil, gracias a un programa del gobierno que consiste en la reproducción y rehabilitación de diversas especies tanto de flora como fauna.
El guacamayo de Spix, una de las aves más raras del mundo, es un pequeño loro con plumas azules, único miembro del género Cyanopsitta, propia del ecosistema de Brasil.
Históricamente, fue descrita por primera vez por el naturalista alemán Georg Marcgraf en el estado de Pernambuco, en 1638, y bautizada en honor a Johann Baptist von Spix, quien obtuvo un espécimen en 1819 en una orilla del río São Francisco en Bahía.
El comercio ilegal, la caza y la destrucción de su hábitat natural por parte de la agricultura y otros animales, han dejado una huella negativa y han provocado la desaparición de esta especie en estado salvaje. Se cree que en su región originaria ya no quedan ejemplares en libertad. De hecho, un estudio de BirdLife International de 2019, determinó que el ave se encuentra extinta en libertad.
No obstante, una luz de esperanza se encendió el 18 de junio de 2016 cuando se avistó un ejemplar de la especie en Curaçá, en el estado brasileño de Bahía. Apenas un día después, el guacamayo de Spix fue capturado en video de baja calidad con su canto característico bien identificado, si bien, es posible que el individuo fuera un ave cautiva liberada.
El proyecto del guacamayo de Spix
El estado actual del guacamayo de Spix podría estar a punto de cambiar gracias a ACTP, una ONG alemana dedicada a la protección y conservación de los loros amenazados y sus hábitats, que se ha asociado con la Fundación Pairi Daiza y el gobierno de Brasil para el programa de reintroducción de los loros y guacamayos.
Durante años, ACTP y la Fundación Pairi Daiza han trabajado incansablemente para criar una nueva población de guacamayos de Spix, elevando su número a 180 aves sanas. En el zoológico Pairi Daiza, en Bélgica, 8 guacamayos de Spix se mantienen en aviarios no accesibles al público.
Si el experimento tiene éxito, el guacamayo de Spix será la primera especie de ave reintegrada a la naturaleza provocada por los humanos.
“En dos semanas, normalmente, liberaremos a los primeros ocho Spix en la naturaleza después de 22 años de ausencia en su hábitat”
dijo Tim Bouts, director del zoológico y veterinario de Pairi Daiza.
Otras dos iniciativas ejemplares en torno a la preservación del guacamayo de Spix se están llevando a cabo actualmente en Brasilia y Paraguay.
En la capital brasileña, el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), dentro de su proyecto de reintroducción de la especie, importó en 2020 un lote de cincuenta ejemplares de Alemania, para su entrenamiento y reproducción, siendo liberados a partir de 2021.
En Paraguay, la Asociación de Ornitófilos y Afinas (Asora) consiguió el hito del nacimiento de una cría de guacamayo azul en marzo de 2020. Esto podría lograr que la población del guacamayo de Spix vuelva a llenar los bosques Paraguayos.
El guacamayo de Spix forma parte de la cultura popular gracias al audiovisual. Su figura inspiró las películas Río (2011) y Río 2 (2014) de Estudios Fox, que cuentan la historia de Blu y Perla, dos guacamayos de Spix al borde de la extinción que se reúnen con otros miembros de su especie prosperando en secreto en la selva amazónica. Entonces, enhorabuena por la eficacia de los esfuerzos humanos en restaurar una naturaleza que ha sido seriamente vulnerada. El ingenio humano también puede ayudar a sanar.
FUENTE: Wokii.