Ante los desafíos que enfrentan América Latina y el Caribe, soluciones de economía circular se postulan como alternativa.
América Latina y el Caribe enfrentan una misma realidad entrecruzada y alarmante, caracterizada por serios desafíos ambientales y sociales. En este panorama, se han propuesto soluciones de economía circular como una forma de abordar algunos de estos desafíos. Por esto, los actores involucrados se congregaron en 2021 para organizarse en la Alianza por la Economía Circular en América Latina y el Caribe, que recientemente publicó su informe.
El informe propone soluciones de economía circular ante problemáticas muy específicas como el hambre que aqueja a 47 millones de personas mientras se desperdicia más de un tercio de la producción (unos 127 millones de toneladas de alimentos) o la disminución drástica de la concentración regional del 40 por ciento de la biodiversidad mundial y el 60 por ciento de la vida terrestre, con 9 de las 24 mayores deforestaciones mundiales.
“Es importante tener un entendimiento común de lo que es y lo que no es la economía circular, qué oportunidades especiales trae a la región y cómo también se enfrentarán sus desafíos. De esta forma, el objetivo de este documento es alinear actores y crear un negocio común”.
dice Vanessa Esslinger, coordinadora de Circular Economy Alliance Latinoamérica y el Caribe.
Las soluciones de economía circular giran en torno a la eliminación de residuos y contaminación, el más alto nivel de comercio de productos y materiales, y la revitalización de la naturaleza, tres ejes temáticos que permitan impulsar la recuperación post-COVID, tomando distancia de la economía extractiva.
“Se ha buscado un denominador común para todos los países, prioridades que todos están trabajando para impulsar: plásticos, e-waste, agroalimentación, turismo, ciudades, construcción, todos tenemos oportunidades para desarrollarnos y podemos hacer la diferencia”.
dice Rolando Castro Córdoba, viceministro de Energía de Costa Rica.
El informe se debe a la colaboración conjunta de representantes de estados miembros y organizaciones partidistas expertas como la Fundación Konrad Adenauer (KAS), gestora de la iniciativa, el Centro y Red de Tecnología Climática (CTCN), la Fundación Ellen MacArthur y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Colombia ha sido dinámica en el desarrollo de políticas de impulso a las soluciones de economía circular, siendo el primer país de la región en publicar una estrategia basada en este modelo.
“Esta visión contribuye a la acción temprana en temas ambientales que mejor hemos implementado, como branding CR-neutral, acuerdos de producción más limpia, certificados de sostenibilidad turística, premios como la Bandera Azul Ecológica y acciones, incluso dentro de el marco de la OCDE”.
dice Rolando Castro Córdoba, viceministro de Energía de Costa Rica.
La iniciativa tenía sus antecedentes desde 2019 cuando se gestó la idea de una alianza con actores relevantes para crear sinergias y trabajar juntos para mover a la región hacia la sustentabilidad.
Como resultado, el informe ofrece un panorama realista del desempeño y al mismo tiempo muestra las oportunidades y obstáculos relacionados con la realidad de América Latina. El resultado ha sido una guía con un marcado enfoque holístico.
“Alcanzar los objetivos de la economía circular es esencial. El reciclaje masivo representa el desarrollo económico que rodea al reciclaje, tiene beneficios ambientales que también se pueden expresar como recursos y claramente tiene un componente de desarrollo social que permite la creación de empleo. Es fundamental entender que la cadena de valor del reciclaje es más eficiente con un reciclaje formal y ágil. Tenemos que entender que seguirán siendo el foco principal de la recuperación de materiales para que muchos de ellos puedan tomar el camino del reciclaje si los recicladores no guardan estos residuos, es imposible lograr este objetivo”.
dice Gadeira Vivanco, coordinadora del Foro de Reciclaje Inclusivo en Colombia y Centroamérica de Latitude R.
La Alianza complementará la labor realizada en favor de las soluciones de economía circular, fortaleciendo la capacitación para sentar las bases y seguir el progreso en la transición a un modelo de economía circular íntegro. Para esto, es preciso que todos los aspectos de la sociedad se involucren en la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de las acciones propuestas y apoyar su implementación.
FUENTE: Once Noticias.
