Índice
Guatemala es uno de los primeros países del mundo en beneficiarse del programa de apadrinamiento de árboles de la plataforma virtual Treedom y AMKA, ONG italiana, en un esfuerzo por combatir desnutrición.
La plataforma virtual Treedom y AMKA, organización no gubernamental Italiana, unen esfuerzos por combatir la desnutrición a través de programa de plantación de árboles destinado a combatir el hambre en comunidades indígenas y lograr el crecimiento económico y fortalecimiento social de las mujeres agricultoras. Los departamentos de Huehuetenango y Petén en Guatemala son dos de las localidades beneficiadas con el programa.
Mujeres de familias aquejadas por las consecuencias que el cambio climático ha acarreado sobre su agricultura de sustento, han recibido plantones de árboles frutales para ser trasplantados en los patios de sus casas donde, una vez desarrollados, no sólo proveerán de frutos sino que servirán para la venta. Todo esto gracias a que alguien en el mundo dio un clic en la plataforma virtual Treedom encargada de sembrar árboles en todo el mundo.
Treedom y AMKA crearon un vivero en el municipio de Huehuetenango, con la meta de plantar 10.000 ejemplares, en conjunto con 80 mujeres indígenas, con miras a la generación de ingresos. Así es como la ONG y la plataforma trabajan en favor del Quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible que busca lograr la igualdad de género.
De la totalidad de beneficiarios del programa, 93% son mujeres sin empleo y 80% de las mayores de 20 años tiene solo estudios primarios.

Datos proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan que la población indígena representa un tercio de las personas que viven en situación de pobreza extrema en Latinoamérica y un 7% de las mujeres indígenas vive con menos de 1,90 dólares al día. En el caso concreto de Guatemala, la población indígena representa el 43,8% de la población y el 79% de este colectivo se encuentra en situación de pobreza.
El alarmante escenario de Guatemala
Las cifras de Guatemala son alarmantes, con un 60,8% de la población de Petén incapaz de consumir 10.218 quetzales por persona anualmente, porcentaje que se eleva al 73,8% en Huehuetenango, según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida publicada. Dichos porcentajes superan la media en el país centroamericano, que se sitúa en el 59%, con más del 23,4% viviendo en condiciones de extrema pobreza.
La pandemia del coronavirus y los efectos de los huracanes Eta e Iota de 2020 acentuaron la magnitud de las cifras de pobreza en comunidades que ya vivían emergencias.
A raíz de estos acontecimientos la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha solicitado a la comunidad de donantes internacionales que destinen 210 millones de euros a Guatemala como Plan de Respuesta Humanitaria, con el fin de ayudar a 3,8 millones de personas que presentan necesidades humanitarias.
El total de personas en situación de emergencia ha aumentado en 500.000 (15% más) en comparación con las 3,3 millones estimadas a principios de 2020 llevando la cifra de afectados a 3,5 millones de personas en Guatemala. De éstos, cerca de 2,25 millones, es decir, la mayoría, son indígenas. En Guatemala, ya el 16,8% de la población sufre desnutrición, superando la media de Centroamérica de 10,6%.
Desde enero a octubre de este año han fallecido en Guatemala 44 niños y niñas menores de 5 años por desnutrición aguda, lo que supone más del doble que en el mismo periodo de 2020, cuando a esta fecha habían muerto 16, según la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN). Además, ya se han registrado 23.028 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años, frente a los 21.017 contabilizados hace un año.
Los datos de Unicef revelan que uno de cada 2 niños y niñas menores de 5 años sufre desnutrición crónica en este país centroamericano. Hasta octubre de este año han fallecido en Guatemala 44 niños y niñas menores de 5 años por desnutrición aguda, lo que es más del doble que en el periodo de 2020. Además, ya se han registrado 23.028 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años, frente a los 21.017 contabilizados hace un año.
El modelo de éxito de Treedom y AMKA
La metodología seguida por Treedom y AMKA en Huehuetenango se valió del vivero que desde el 2018 funciona en la comunidad Nuevo Horizonte de Petén, a través del que ha entregado hasta 17.000 plantones de frutales en diez comunidades de este departamento azotado por la pobreza y formado por antiguos guerrilleros de las FAR. Desde hace dos años se practica la distribución de plantones buscando una “soberanía alimentaria” para las familias.
Los plantones resultan de injertos del vivero de 3.000 metros cuadrados gestionado por la Cooperativa de Nuevo Horizonte que durante el transcurso de un año son cuidados por los encargados hasta que crecen y están listos para ser trasplantados.
Comienzan así su distribución a las familias tras hacer un estudio previo de las necesidades de cada una de ellas y del espacio que tienen en sus casas para plantar los frutales.
Silvia Sganga, asistente del proyecto de AMKA explica que la entrega de los árboles va acompañada de capacitaciones a las mujeres para empoderarlas, considerando el modelo patriarcal bastante marcado de la zona en el que los hombres asumen las labores pensando que las mujeres no están capacitadas.
“Las mujeres quieren empoderarse y aprender y ésta es nuestra política para no ser puros asistencialistas y dar las plantas e irnos, sino que hay todo un proceso de capacitación para preparar el terreno, podar los árboles y fertilizar la tierra. Este proyecto les permite aprender a cuidar los palos, algo fundamental en esta tierra de campesinos. Se logra, por tanto, una autonomía y soberanía alimentaria”
señala Silvia Sqanqa
Una vez trasplantan los plantones, las familias deben esperar de dos a tres años luego para ver los primeros frutos que brotarán desde entonces permanentemente durante, al menos, 15 años, o quizás hasta los 20 o 25 años de productividad.
Los árboles son fotografiados en el momento en el que se siembran y geolocalizados a través de un GPS, de forma tal que la persona que los adopta a través de la plataforma de Treedom puede hacer un seguimiento de cómo crecen y se desarrollan a través de su propia página web y así mismo las personas responsables del vivero también monitorean su evolución.
Lo que se espera del proyecto es que, una vez los árboles dan sus frutos, las mujeres puedan “diversificar” su dieta para evitar la desnutrición o enfermedades como la diabetes y además vender los excedentes en el mercado para obtener un ingreso económico extra para sus familias en una suerte de economía alternativa.
Conoce aquí cómo plantando determinados árboles puedes beneficiar a toda la comunidad.
FUENTE: El País.
Impacto Positivo
Somos Impacto Positivo es una plataforma creada con el propósito de inspirar y orientar a nuestros lectores a mejorar sus estilos de vida.