En Panamá encontramos las extraordinarias condiciones de este recinto de biodiversidad llamado Cerro Chucantí, donde científicos han logrado descubrir medio centenar de animales y plantas inéditas, muchos de ellas endémicas.
Localizado en las alturas de la provincia de Darién, el Cerro Chucantí, es una especie de “isla entre las nubes” en la que se ha desarrollado una biodiversidad tan particular, donde en menos 20 años los biólogos han identificado al menos 50 especies de animales y plantas nuevas para la ciencia.
Con 1,439 metros, Cerro Chucantí es la montaña más alta de la Serranía de Majé y su singular hábitat se sustenta en el clima templado de su bosque nuboso, el único en unos 100 kilómetros a la redonda.

Guido Berguido, director ejecutivo y fundador de Adopta Bosque describe Cerro Chucantí como una “isla” en medio de la selva darienita, en la que las especies han evolucionado totalmente incomunicadas del resto de la biodiversidad de la provincia y en un clima atípico en los bosques tropicales.
“Son esas condiciones especiales las que han propiciado el registro de numerosas especies inéditas para el ámbito científico global, muchas de ellas endémicas (exclusivas de una zona o región)”
Desde la fundación de la reserva en 2004, los científicos que han desarrollado investigaciones en el área, han identificado 926 especies entre animales (757), plantas (164) y hongos (5).
“Estas cifras representan una pequeña muestra de la biodiversidad de la reserva. Estimamos que la cantidad real puede ser 10 veces más grande. Hay muchas más especies que deben ser registradas como corresponde. Es mucho trabajo por hacer, que requiere de recursos para poder avanzar”
Las nuevas especies registradas en Cerro Chucantí
Dentro de los 926 animales, plantas y hongos inventariados en Cerro Chucantí, destacan unas 50 especies antes desconocidas para la ciencia. Se han descubierto especies de ranas, una serpiente, una planta de la familia del café
y muchas más que aún no han sido nombradas.
De las nuevas especies, hay 13 que han sido descritas científicamente en publicaciones especializadas. La mayoría son insectos: Strophaeus sebastiani, Tessaropa elizabeth, Anelaphus cordiforme, Epropetes tristis, Luciérnaga que destella durante el día o Photinus interdius y la Quindina kuna.
Se han descubierto dos tipos de anfibios (Salamandra de Chucantí o Bolitoglossa chucantiensis y la rana Chucanti Tink o Diasporus majeensis), el reptil Centipedívora de Chucantí (serpiente) y plantas como la Anthurium annularum, Anthurium chucantiense, Heliconia berguidoi y Notopleura sallydavidsoniae.
En poco tiempo serán publicadas las descripciones de otras cinco nuevas especies halladas en Cerro Chucantí y el resto de especies nuevas, poco más de 30, están en diferentes fases de estudios. Son procesos que toman años de documentación científica, precisa Berguido.
Otra consecuencia del ecosistema aislado de Cerro Chucantí es que algunas de sus especies están en peligro de extinción. Los investigadores científicos estiman que al existir solo en un área limitada (el bosque nuboso de la reserva
tiene alrededor de 2.5 kilómetros cuadrados), muchas de las especies pueden contar con poblaciones reducidas y frágiles.
Anualmente, la reserva recibe la visita de entre 3 y 4 equipos científicos, que han sido los encargados de ir describiendo poco a poco la riqueza natural de esta “isla” en el corazón de la selva de Darién. Los detalles de todas las investigaciones son compartidas por Adopta Bosque en su página web adoptabosque.org/chucanti/ .
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