Los puentes solares son un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede ponerse al servicio del ambiente.
En un innovador esfuerzo para promover la generación de energías limpias, se comienzan a implementar nuevas formas de captar energía solar, siendo especialmente notables los puentes solares. Se trata de una mezcla de arquitectura y ecología que enriquece la infraestructura de las ciudades al mismo tiempo que brindan opciones de solución a problemas energéticos urbanos.
El Puente Ferroviario Blackfriars es el primero de estos puentes solares que dio inicio a la tendencia. Esta obra de la época victoriana de Londres desde 2014 inició la instalación de más de 4,400 paneles solares, que corren a lo largo de sus 6,500 metros de largo.
Solar Century, la empresa a cargo de la instalación, declaró que este puente solar tiene la capacidad de captar nada menos que hasta 900 mil kilovatios por hora.

Fue desde entonces que se ha tratado de replicar este éxito con la construcción de otros puentes solares en el mundo, entre los que figuran el Puente de Brisbane, en Australia; el Kennedy Bridge, en Alemania; o el Puente Peatonal de Paleisbrug, en Países Bajos. Además, gracias a esta iniciativa, se ha comenzado a experimentar por otros caminos, como sucederá pronto con el puente Juncal de Gran Canaria, que tendrá tecnología para la captación de energía eólica.
Los puentes solares son obras arquitectónicas, nuevas o renovadas, adaptadas con tecnología fotovoltaica para la captación de energía solar que puede utilizarse para el funcionamiento mismo de los puentes, así como también para suministro de hogares u obras públicas. Así mismo, los puentes solares ahorran agua, por contar con un sistema de captación de aguas pluviales que sirve como respaldo en épocas de sequías. Con la crisis climática y el aumento de la temperatura, esta solución a la falta de agua es bienvenida.
La tecnología de los puentes solares apenas y es conocida por tratarse de un concepto relativamente nuevo y ajeno a la infraestructura latinoamericana.
Una tecnología tan beneficiosa debería propagarse por el mundo donde, principalmente en las ciudades sobrepobladas, podrían brindar soluciones a la escasez energética y el cambio climático y ahorros significativos para solucionar o prevenir las sequías.
La implementación de los puentes solares beneficia abundantemente a la sociedad. Una infraestructura y tecnología adecuadas en las zonas urbanas puede permitir una buena gestión de las aguas pluviales para ser reutilizada para otros fines y proteger las áreas rurales de los deslizamientos. Por otro lado, considerando nuestra creciente necesidad de energía, proyectos como los puentes solares constituyen alternativas energéticas sostenibles.
Estos puentes solares deberían inspirar a las grandes constructoras y desarrolladores de infraestructura a marcar la diferencia y potenciar el alcance de estos proyectos basados en energía solar y llevarlos a distintos lugares del mundo.
Las ciudades podrían beneficiarse ampliamente obteniendo toda la energía necesaria, captando agua y contrarrestando las sequías.
FUENTE: Wokii.
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