La primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, ha propuesto un plan energético para dejar de depender del carbón para 2035.
La primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk prometió deshacerse de la dependencia del estado al carbón como fuente energética para 2035 a través de un plan energético con un presupuesto de $69 mil millones.
Es un plan radical, dada la profunda asociación del estado con el combustible fósil, pero sumamente necesario debido a la crisis climática, los costos de electricidad en espiral y los vientos de cambio en los mercados internacionales.
Un gráfico expuso un cálculo aproximado que recrea cómo Queensland, un estado principalmente minero, terminaría su larga asociación con el carbón en los próximos años gracias a nuevo plan. Se calcula que para 2037, el carbón desaparecerá por completo del suministro de electricidad del estado. Si bien hay detalles aún por precisar y muchos obstáculos importantes que superar, la sensación de cambio en Queensland es palpable.
“Lo impresionante de este hito es que Queensland es el primer estado en articular realmente un camino adecuado fuera del carbón. Me quedé un poco atónita, sobre todo porque van a pasar de uno de los suministros de electricidad más intensivos en emisiones, a uno de los menos intensivos”.
comenta Alison Reeve, experta en el clima del Grattan Institute.
El plan de energía de $69 mil millones a 10 años llegó en medio de la última semana del pasado mes de septiembre, una semana decisiva en la historia de la energía australiana.
Queensland anunció que invertiría 774 millones de dólares para construir el parque eólico de propiedad pública más grande del país y, un día después, el estado de Victoria reveló que, para 2035, demandaba reservas energéticas suficientes para abastecer a la mitad de los hogares del estado.
Luego, AGL anunciaría el cierre de la central eléctrica más contaminante del país, Loy Yang A de Victoria, en 2035, una década antes de lo planeado.
El anuncio de Palaszczuk trae consigo nuevos objetivos para la electricidad renovable: 70% para 2032 y 80% para 2035. Para 2040, más de un tercio de la energía del estado ha de provenir del viento, siendo la energía solar el siguiente mayor contribuyente. Las baterías y dos grandes plantas hidroeléctricas, una en el norte cerca de Mackay y otra al oeste de Sunshine Coast, almacenarán la energía renovable para que pueda equilibrar el suministro de energía.
El proyecto más grande de Mackay, que Palaszczuk denominó “la batería del norte“, solo existe en el papel y el gobierno todavía está buscando otras ubicaciones potenciales, no obstante, desligarse del carbón fue sorpresivo, sobre todo cuando apenas unos meses atrás, el ministro de energía del estado, Mick de Brenni, reveló que ninguna de las ocho centrales eléctricas de carbón estatales cerraría.
El plan contempla que las centrales eléctricas se conviertan en centros de energía limpia para el hidrógeno, las energías renovables y la infraestructura eléctrica. Además, partes de las plantas de carbón podrían reutilizarse como enormes motores giratorios para ayudar a equilibrar la demanda y el suministro en las redes eléctricas. En resumen, las centrales eléctricas no están cerradas, pero ya no necesitarán carbón.
“Queensland está experimentando con mayor frecuencia desastres naturales de gravedad creciente. Salas de juntas y consumidores están pidiendo a los gobiernos que tomen medidas reales”.
revela de Brenni.
Los objetivos de reducción de emisiones de 2030 para Queensland son particularmente débiles. Gran parte del impacto climático global del estado surge cuando sus volúmenes de carbón y gas se exportan y queman en el extranjero y el plan no hace nada en este frente.
Las cifras para 2020 ponderan las emisiones del estado en 159 millones de toneladas, igual que cuatro años antes con una caída del 19% respecto a 2005.
Si no fuera por una fuerte caída en las emisiones por desmonte, de unos 71Mt en 2005 a 12Mt en 2020, las emisiones irían en aumento. Cerca de un tercio de las emisiones, una fracción superior a la de 2005, están relacionadas con la producción de electricidad. En el sector de GNL las emisiones aumentan tras abrirse enormes instalaciones de exportación en el norte del estado. La industria de exportación de GNL es el mayor usuario de gas del país.
Para lograr el objetivo actual del estado para 2030 significaría reducir las emisiones en el sector eléctrico en un 41% y el plan de energía es “el primer y más importante paso que hemos dado para impulsar una acción real“.
“La nación no puede alcanzar el 43% (la meta de reducción de emisiones para 2030 del gobierno federal), sin la ejecución del plan de Queensland”.
revela de Brenni.
Por años, la industria del carbón ha afirmado que el combustible seguirá siendo viable en un mundo con restricciones de carbono porque las emisiones de carbono podrán capturarse y almacenarse. Pero el plan energético de Queensland no menciona nada al respecto.
El Operador del Mercado de Energía de Australia (AEMO) publicó un plan más óptimo para el mercado eléctrico futuro para calzar con los objetivos climáticos. La inversión descrita en Queensland, que resultará en ocho veces la capacidad de energía renovable actual para 2035 si sale según lo planeado, está exactamente en línea con las expectativas de AEMO.
Pese a las reservas ajenas a Queensland, la gran industria y los funcionarios públicos piden a gritos un plan de descarbonización mediante una petición que han evitado hacer pública debido a su naturaleza divisiva. El profesor John Quiggin, economista de la Universidad de Queensland afirma que debido a que Queensland pudo trazar su plan de transición gracias a que retiene la propiedad pública de sus plantas de carbón.
Por último este plan incluye una “garantía de empleo” firmada con tres sindicatos para dar seguridad a los trabajadores de las plantas de carbón.
FUENTE: The Guardian.
