La Unión Europea ha adoptado un paquete de propuestas para hacer que las políticas de clima, energía y uso del suelo sean adecuadas para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Lograr estas reducciones de emisiones en la próxima década es crucial para que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050 y haga realidad el Pacto Verde Europeo.
Emisiones de gases de efecto invernadero de la UE
El Reglamento sobre el Esfuerzo Compartido (ESR por sus siglas en inglés) establece objetivos nacionales para la reducción de emisiones del transporte por carretera, la calefacción de edificios, la agricultura, las pequeñas instalaciones industriales y la gestión de residuos. Estos sectores, que no estaban incluidos hasta ahora en el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE generan actualmente alrededor del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Para cumplir el objetivo general de reducción de emisiones de la UE para 2030, la Comisión ahora propone reducir las emisiones bajo la ESR en al menos un 40%, en comparación con los niveles de 2005.
Además, el transporte por carretera y los edificios son responsables de alrededor del 55% de las emisiones cubiertas por la ESR en la actualidad. Las reducciones de emisiones en estos sectores han sido insuficientes hasta ahora y, por lo que deben acelerarse para cumplir con el objetivo aumentado para 2030 con un enfoque político diferente.
También proponen la creación de una reserva adicional para los Estados miembros basada en la absorción de gases de efecto invernadero “no utilizados” generados en la UE. Esta reserva actuaría como un seguro y solo entraría en vigor si la UE alcanza su objetivo para 2030 de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55%.
En relación con el reglamento sobre el uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura climáticamente neutro, la Comisión busca apoyar la restauración de la biodiversidad y convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050, con sumideros de carbono naturales saludables. Para conseguir esto, hace falta una reversión urgente de la tendencia negativa actual, con una acción inmediata y decisiva.
La propuesta cumple el objetivo de la UE de lograr la neutralidad climática en todo el sector territorial para 2035, con todas las emisiones de gases de efecto invernadero del uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura y estos tres sectores en la UE, con el objetivo de equilibrar la asimilación. Los Estados miembros deben contribuir al logro de objetivos comunes y, a mediados de 2024, los Estados miembros presentarán sus intenciones de alcanzar los objetivos en sus programas de energía y clima.
Con respecto al período posterior a 2030, la propuesta obliga a los gobiernos nacionales a explicar cómo pretenden contribuir al objetivo colectivo de neutralidad climática en 2035 a través de sus Planes Nacionales de Energía y Clima, que se actualizarán a mediados de 2024.

Por último, la Política Agrícola Común dota a los Estados miembros de fondos sustanciales para ayudar a los agricultores y silvicultores en sus esfuerzos por una gestión más sostenible de sus bosques y suelos.
El objetivo final es que gracias a estas propuestas, la Comisión pueda presentar unas herramientas legislativas para cumplir los objetivos acordados en la Ley climática europea y transformar fundamentalmente nuestra economía y nuestra sociedad para un futuro justo, verde y próspero.
Fuente: aquieuropa
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