Dicen que el primer paso para emprender o iniciar un negocio se asemeja a un salto al vacío… no tienes idea de si el paracaídas funcionará, o si empezarás a volar; las dudas están a flor de piel y existe una delgada línea entre tu sueño y todos los posibles problemas que puedan presentarse.
Así me sentí cuando en agosto de 2020 inicié mi emprendimiento de marca personal bajo el nombre de Mariee Gómez, ofreciendo servicios de asesorías y cursos a emprendedores y empresas que deseaban construir su estrategia digital y dejar de ser espectadores del mundo del emprendimiento para convertirse en protagonistas al animarse a escribir su propia historia de éxito.
Y sí, suena muy lindo su propósito y a simple vista parece como un proyecto sencillo, pero la lista de cuestionamientos que tuve antes de darle vida a esto me invadió cada habilidad que sé que tengo y fue opacado por el miedo a fracasar.
¿Pero será que nos cuesta dar ese primer paso con nuestro proyecto por miedo al fracaso? La pregunta la puse en total duda cuando escuché una charla TEDx de Yael Bern (a quien admiro muchísimo y de paso te invito a que busques su charla y te inspires) donde revelaba su hipótesis de que no tenemos miedo a fracasar, sino al contrario, nos cuesta dar pasos o tomar acciones con nuestras ideas porque tenemos miedo de lo grande que podemos llegar a ser. De tener éxito, de lograr más de lo que soñamos, de ser receptores de oportunidades y sentir que nuestra plataforma va en aumento.
Pareciera que emprender es una serie de pasos mágicos donde simplemente lanzas tu idea y esperas sentada a que todos lleguen corriendo a pedir tu producto o servicio, pero la realidad es que es un trabajo mucho más arduo de lo que suena.
Y sí, emprender es genial si tienes espíritu de perseverancia y ese proyecto te motiva e inspira porque es algo que te gusta hacer y eres bueno en ello, pero el primer paso es apenas soñar la idea y materializarla.
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Entonces, ante un terreno pedregoso e incierto… ¿cómo perder el miedo?
Pues creo que lanzarse a hacer realidad esta idea de negocio que tienes es dar crédito a tantas charlas, historias de éxito que tomas de ejemplo e ideas que empezaron chicas y ahora son grandes empresas para comprender que este es un camino que cada paso dado es tan válido como cada paso que das hacia atrás.
Emprender es una hermosa montaña rusa dónde vas a reír, disfrutar, frustrarte, soñar, limitarte, dudar, llorar y sentirte pleno cuando logres tu cometido porque es un resultado que viene de tu esfuerzo, dedicación y entrega. Puede que el inicio del viaje sea lento y te haga dudar de tu idea, pero emprender es a la vez una aventura donde pondrás la pasión como la gasolina diaria y te sentirás feliz de desvelarte, estresarte y dedicar tanto tiempo a eso que te inspira y causa euforia: tu propia historia.
Concluyo esta interrogante con tres palabras: pasión, perseverancia y decisión, siendo la última la más importante. ¿Por qué? Porque si decides cada mañana al despertar que debes seguir con esa historia que te inspira a emprender, el miedo que eso conlleva siempre será opacado por el valor que despierta en nosotros ante las ganas de sacar adelante esa idea que tanto te apasiona y que un día se encendió como una llama en tu corazón, con el objetivo de nunca apagarse.
¿Estás listo para emprender este viaje con tu emprendimiento?
Me encantaría ser tu guía para que construyas una estrategia digital ganadora y así tu proyecto escale más allá de lo que imaginas, por eso, te comparto por aquí mi sitio web www.marieegomez.com donde podrás llenar un formulario rápido para agendar una asesoría personalizada conmigo y así establecer un plan de acción que cumpla tus objetivos de negocio. Tomémonos un café virtual y hablemos de esa estrategia.
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