Muchos papás no estábamos preparados para hacerle frente a la educación de nuestros hijos en casa. Superar esta contingencia sanitaria requiere de nuestro aplomo y nuestra fortaleza. Es por es por esto que hemos preparado una serie de recomendaciones que harán esta etapa más llevadera en la educación en casa.
1.- Rutinas y horarios son la clave de la armonía familiar, y en estos momentos donde la convivencia es tan cercana, conviene cuidar la armonía familiar. Es momento de aprovechar en familia, pero también de seguir cumpliendo con nuestras responsabilidades.
Cuando somos demasiado flexibles con los horarios y rutinas, terminamos agregándoles tensión adicional porque los niños dejan de comer o lo hacen mal, se empiezan a afectar sus horas de sueño y descanso, se ponen irritables y difíciles de manejar y se descontrola el cumplimiento de las asignaciones escolares. No nos dejemos engañar, la ausencia de horarios y rutina solo trae dificultades adicionales.
2.- Es importante velar que en casa existan condiciones apropiadas para el trabajo escolar: un espacio tranquilo, libre de distractores, bien iluminado y cómodo. Verifiquen que los pies de sus hijos lleguen al piso con comodidad cuando estén sentados en la silla de trabajar. Estos pequeños detalles cuentan.
3.- Aprovechemos de enseñarles cosas nuevas: practiquen cómo comunicarse con sus teachers por correo, cómo hacer sus planteamientos por escrito, cómo hacerle seguimiento a esto. También es importante ayudarlos a manejar el tiempo, desde conocer el reloj, hasta estimar el tiempo que le tomará completar una tarea y llevar una agenda organizada. Así, al final de todo esto, habrán ganado habilidades adicionales que les servirán toda la vida.
4.- Recuerden siempre privilegiar la autonomía, valoremos las asignaciones completadas de forma genuina por los niños. Los maestros saben distinguir las actividades “ayudadas en exceso”.
Confíen en sus hijos, recomiendan los expertos, denles su espacio, permítanles relacionarse de forma autónoma con sus profesores, déjenlos experimentar el sabor de éxito y el logro personal. “Cada vez que ustedes les completan una actividad a sus hijos, le están dando un poderoso mensaje de que son incapaces de hacerlo bien”. Déjenlos equivocarse y ayúdalos a aprender de ello.
5.- Tengamos en cuenta que habrán días buenos y otros no tan buenos, tanto para los chicos como para los padres. Trátense con respeto y calidez. Si ayer no fue un buen día en casa, si las tareas escolares no salieron bien o se atrasaron, no empiecen el día con los regaños pendientes del día anterior.
Seamos capaces de hacer borrón y cuenta nueva, empecemos cada día con optimismo, fortalecidos y sobre todo dando el mensaje a sus hijos de que “si ayer no nos fue bien, hoy lo hacemos diferente para que nos vaya mejor”.
6.- Tengan en cuenta que los niños se afectan más de lo que pensamos cuando son sobreexpuestos a noticias angustiantes con cifras de muertos e infectados, condiciones económicas preocupantes, etc. Evitemos el exceso de noticias sin filtro. Los niños ameritan una explicación razonable de lo que sucede, que no de espacio para que sus cabecitas imaginen situaciones devastadoras.
7.- Aprovechemos la tecnología para promover grupos de estudios entre los compañeros, ellos pueden ayudarse entre ellos y fomentar el compañerismo y la solidaridad, tan importante en estos momentos difíciles.
8. Identifiquemos la forma cómo aprenden nuestros hijos y apoyémoslos según sus canales predominantes: Visual, auditivo, kinestésico, etc. Recordemos que cada niño es diferente, evitemos las comparaciones con sus compañeros y/o entre hermanos. Respetemos el proceso de cada uno.
9. Valoremos la oportunidad de estar en casa, con acceso a la tecnología, conectado con nuestros amigos y maestros. Hay muchos niños en el país que no tienen ni tendrán esta oportunidad, y que su año escolar está en riesgo, ensanchando más la brecha.
Para finalizar los expertos nos recomiendan: “Valoren el esfuerzo de sus hijos, reconozcan sus logros, celebren sus éxitos y apóyenlos en sus dificultades. Hagan que cada día cuente de forma positiva. Estamos formando seres humanos exitosos y empáticos, honestos y responsables, felices y autónomos.
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Marsha Diaz
Comunicadora Social, Máster en RSE de la Universidad Anahuác de México y Candidata a PHD en Düsseldort, Alemania. Consultora en RSE y Comunicaciones Coorporativas. Miembro de la junta directiva de la Fundación Oir es Vivir.