Índice
Un aumento en la inversión en ESG en 2021 revela el atractivo financiero de los fondos sostenibles.
Otra de las consecuencias del cambio climático ha sido el cambio de comportamiento tanto entre los inversores experimentados como en los nuevos en el mercado, con respecto a los fondos con valores más sostenibles en los que invierten. El panorama financiero del 2021 es evidente reflejo de esta realidad con el aumento en la inversión en ESG.
Este aumento se ha debido en gran medida a la capacidad del gobierno para atraer a inversores a través de la acción normativa y legislativa. Hoy los inversionistas se decantan por empresas que toman medidas para hacer frente a la crisis climática y a otros problemas medioambientales y sociales, como la conservación de los recursos, la biodiversidad y los derechos humanos, en lugar de seguir financiando actividades relacionadas con los combustibles fósiles.
La llamada inversión en ESG (Environmental, Social, and Governance) ha crecido exponencialmente en los últimos años, y 2021 no fue la excepción.
La pandemia y las inversiones federales respetuosas con el clima ayudaron a potenciar el ímpetu, mostrando el atractivo financiero de los fondos sostenibles para los inversores, incluso para aquellos que se centran más en la rentabilidad financiera que en el impacto.
Tipos de inversiones
Este 2021 pasado, la inversión en ESG tuvo un estimado de 120 mil millones de dólares vertidos en inversiones sostenibles, más del doble de los 51 mil millones de dólares de 2020. Se estima que un tercio de todos los activos contienen inversiones sostenibles. Sin embargo, ya había existido un enorme crecimiento durante años y las cifras de 2021 son la continuación de la tendencia positiva.
El atractivo que despertó la inversión en ESG se atribuye a la resiliencia de los fondos ESG durante la pandemia que no sufrieron tanto como los fondos tradicionales en la recesión económica inicial, lo que indica su estabilidad en tiempos de crisis.
Los factores ESG tienden a tener más beneficios a la baja que a la alta. La pandemia fue también una lección crucial que se sumó a la crisis climática.
“La pandemia demostró que no estamos preparados para ese tipo de arrastre colosal en la economía, lo que puede hacer que la gente se dirija a los fondos respetuosos con el clima”.
ha dicho Todd Cort, codirector de la Iniciativa de Yale sobre Finanzas Sostenibles.
Se presume que incluso las personas que no se mueven principalmente por posiciones morales sobre cuestiones sociales o medioambientales seguirán invirtiendo de forma sostenible aunque impulsados por el rendimiento financiero, más que por inclinaciones éticas.
Estas personas se suman a los verdaderos inversores de impacto, abiertos a equilibrar su beneficio financiero con la obtención de una repercusión efectiva.
El rol del gobierno
El Gobierno también juega un papel importante en el impulso continuado de la inversión en ESG, no solo a través de la regulación directa sino también por la legislación respetuosa con el medio ambiente. Lo que el gobierno hace es liberar perspectivas lucrativas de ESG no visibles o tentadoras, aumentando el forraje atractivo para los inversores.
En este sentido destaca la iniciativa del gobierno estadounidense con un proyecto de Ley que obliga a asesores de inversión a explicar cómo consideran los factores ESG, además del proyecto de Ley de infraestructuras que dedica buena parte de sus fondos a la energía limpia, la justicia medioambiental y la reducción de la desigualdad socioeconómica. Aunque son dos loables acciones, hay espacio para mucha más acción gubernamental.
“En los próximos cinco años, el 100% de los activos gestionados incorporarán algún factor ESG porque simplemente no hay manera de no hacerlo. El cambio climático va a impactar en todo”.
puntualiza Todd Cort.
FUENTE: Expok.
About Author
Impacto Positivo
Somos Impacto Positivo es una plataforma creada con el propósito de inspirar y orientar a nuestros lectores a mejorar sus estilos de vida.
Un comentario