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El acoso está ocurriendo en el entorno laboral. Conocido como “mobbing”, representa un importante escollo contra el bienestar y atenta contra la integridad del personal y el rendimiento.
La violencia es un problema social que permea en diferentes ámbitos y no tiene distinción. Por ello, es importante sumar esfuerzos en materia, y una forma de hacerlo desde las empresas es conociendo qué es el mobbing y cómo evitar que se perpetúe.
Mobbing es toda agresión cometida en un espacio de trabajo; se refiere a las prácticas de intimidación efectuadas entre colaboradores, altos jerarcas y subordinados u otras relaciones laborales, que impactan negativamente en el ambiente de una organización.
Este mal podría surgir en el entorno laboral de cualquier nación. Por ejemplo, en el caso de México, siete de cada diez empleados han sufrido algún tipo de acoso en esta modalidad.
La incidencia poblacional del acoso laboral en 2003 se calculó que estaba en el 10-15% del total de los trabajadores en activo en el mundo.
¿Qué es el mobbing?
El mobbing es nada menos que una violencia psicológica en el entorno laboral, un flagelo con muchas maneras de presentarse, entre ellas las bromas hirientes, los horarios de trabajo extenuantes o el acoso. Tal como lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT): «Ningún grupo de trabajadores, sector o industria está exento de violencia, aunque algunos grupos corren mayor riesgo de sufrirla», sobre todo cuando se habla de personal joven.
La OIT destaca que, dentro de lo que es el mobbing, se debe contemplar que éste no solo afecta a los colaboradores, sino que es una cadena en la que se repercute a compañeros, empleadores, familias y la sociedad en general. Por ende, afrontar esta forma de hostigamiento es un acto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la cual implica el accionar de instituciones, empresas e individuos para resolver alguna problemática.
Consecuencias
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado o la incapacidad permanente. La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no ocurrir jamás. Además, antes del abandono del trabajo pueden ocurrir otras situaciones como:
- Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
- Proceso de desvaloración personal.
- Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
- Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
- Somatización del conflicto en forma de enfermedades físicas que resultan principalmente en intestino irritables o jaquecas.
- Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas en las relaciones con seres queridos, depresión.
- Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
- Mella en la autoestima.
- Trastorno por estrés agudo.
- Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador, acusándolo de bajo rendimiento
Cómo actuar ante un caso de mobbing laboral
La empresa está obligada a detener este tipo de conductas y tomar medidas para prevenirlas. Muchas veces se detecta un caso y se corrige, pero si el ambiente de trabajo es hostil se presta para que se produzca nuevamente. No obstante, la responsabilidad de detener este tipo de conductas recae no solo en los directivos, sino también en los colaboradores. Es cuestión de humanidad.
¿Qué debería hacer el directivo?
Estas recomendaciones podrían ser útiles en caso de detectar este tipo de situaciones dentro de la organización que diriges:
- Fomentar el apoyo entre trabajadores.
- Definir claramente los puestos de trabajo, tareas, objetivos y margen de autonomía de cada empleado.
- Promover la negociación en conflictos laborales
- Proporcionar información, formación y tiempo para que los trabajadores ejerzan sus tareas.
- Garantizar respeto y trato justo a todos los trabajadores.
- Ignorar la personalidad del acosador.
- Si la situación no se resuelve, cambiar de puesto al acosador.
- No cambiar de puesto a la víctima sin que esta no lo haya solicitado previamente.
¿Qué puede hacer el colaborador?
Si te sientes acosado por alguien en tu sitio de trabajo, debes ser capaz de reconocer esto como un problema y hacerle frente al acosador. Las siguientes medidas podrían ser útiles para poder ponerle un freno:
- Evita reacciones agresivas, porque serán tomadas en tu contra.
- Lleva registro de todas las acciones que consideres son parte de las agresiones.
- Comunica a tus compañeros, jefes, directivos y familiares sobre las agresiones que recibas.
- Protege los datos de tu trabajo para evitar que sean manipulados por el acosador.
- Solicita asesoramiento psicológico y legal para hacer frente al problema.
- Responde a las calumnias sin pasividad ni agresividad.
- Evita el aislamiento social.
FUENTE: Expok / Gestionar fácil / Wikipedia.
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