La nueva investigación ha estudiado el uso potencial de un polímero biodegradable y renovable, como la proteína de soja, para fabricar un nuevo material que podría ser una alternativa a otros plásticos de origen vegetal.
Los investigadores diseñaron un plástico a base de plantas y agregaron nanopartículas, partículas de menos de una millonésima parte de un metro. Esto significaba que podían controlar la estructura del material para crear películas flexibles, con un material que parece seda de araña a nivel molecular. Lo han denominado “seda de araña vegana”.
El nuevo material en acción
El equipo utilizó varias técnicas, incluida la microscopía electrónica de barrido y la microscopía electrónica de transmisión para estudiar la estructura de la película.
Analizaron aspectos importantes, como las propiedades de barrera y la absorción de humedad. Descubrieron que las nanopartículas ayudaron a aumentar las diversas propiedades (resistencia y durabilidad y estabilidad a largo plazo) de manera significativa.
Al crear un plástico con un proceso de fabricación más respetuoso con el medio ambiente, hecho a partir de materiales sostenibles, se puede ahorrar una cantidad significativa de energía. Esta es una de las partes más interesantes de este estudio.
Este nuevo material podría ayudar a resolver algunos de los problemas que la contaminación plástica ha causado al medio ambiente, al introducir un material de fuente renovable con propiedades mejoradas adecuado para muchas aplicaciones de ingeniería, incluido el empaque.
El estudio podría ayudar a aumentar la producción de materiales de embalaje sostenibles, utilizando recursos naturales y un menor consumo de energía, al tiempo que se reduce la cantidad de plástico que va a los vertederos.
Fuente: The Conversation