Índice
Observaciones sobre el comportamiento de los cuervos lleva a científicos a concluir que estas aves son capaces de pensar y tener procesos conscientes.
Los científicos de la Universidad de Tübingen han sido testigos de un hito nunca antes observado, al detectar procesos conscientes en el cerebro de los cuervos. Los orígenes neuronales de la experiencia subjetiva solo se habían observado a la fecha en humanos y otros primates. El grupo de investigación en neurociencia hizo una medición sobre las señales cerebrales llegando a demostrar por primera vez que los cuervos poseen una experiencia subjetiva. El estudio fue publicado en la revista Science.
El equipo de investigación se dio a la tarea de registrar simultáneamente el comportamiento y la actividad cerebral de los cuervos observando que las aves son capaces de percibir conscientemente la información sensorial y experimentar procesos conscientes.
Se sabía ya que este tipo de conciencia estaba presente, por lo visto no exclusivamente, en humanos y otros primates, dueños de estructuras cerebrales completamente diferentes a las de las aves.
Humanos y simios tienen la capacidad de percibir cosas, conscientemente, localizada en la corteza cerebral. No obstante, las aves carecen de una corteza cerebral en capas como la humana. En su lugar, tienen el nidopallium caudolaterale (NCL), que se considera el equivalente a la corteza cerebral de los primates. Resulta que existe una conciencia sensorial en el NCL de las aves de la familia de los córvidos capaz de experimentar pensamientos e invocar procesos conscientes.
El experimento en detalle
Los científicos de Tubinga lograron rastrear los procesos conscientes al entrenar a dos cuervos para que respondieran a estímulos visuales moviendo la cabeza. Se expusieron a pantallas en las que se mostraban luces; si el cuervo veía las luces, movía la cabeza para demostrar que sí había visto algo. La mayoría de las luces eran claras e inequívocas, fáciles de ver, y los cuervos informaron de manera confiable que las habían visto.
Pero algunas de las luces eran mucho más difíciles de detectar por ser breves y tenues. Para estos, los dos cuervos a veces informaron haber visto las señales, y otras veces no. Aquí es donde la experiencia sensorial subjetiva entra en escena.
En el experimento, a cada cuervo se le mostró aproximadamente 20.000 señales, distribuidas en docenas de sesiones y a medida que respondía a los estímulos visuales, los investigadores registraron simultáneamente la actividad de las células nerviosas individuales en su cerebro.
Cuando los cuervos informaron haber visto algo, las células nerviosas estaban activas en el período entre la presentación del estímulo y la respuesta conductual. Al no percibir estímulo, las células nerviosas de las aves permanecían en silencio.
Fue una sorpresa además que pudiera predecirse la experiencia subjetiva de los cuervos con respecto al estímulo, en función de la actividad de las células nerviosas. Los resultados confirman que las experiencias subjetivas no son exclusivas del cerebro de los primates, y que las complejas capas del cerebro de los mamíferos no son un requisito para la conciencia. Así que, en términos de historia evolutiva, los orígenes de la conciencia, el pensamiento y los procesos conscientes podrían ser mucho más antiguos y estar más extendidos en el reino animal de lo que se creyó.
FUENTE: Comunidad biológica.
About Author
Impacto Positivo
Somos Impacto Positivo es una plataforma creada con el propósito de inspirar y orientar a nuestros lectores a mejorar sus estilos de vida.