Son Videojuegos con una causa. Videojuegos ecológicos que te ayudarán a concienciarte sobre el cambio climático.
La alianza Playing for the Planet, una iniciativa del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP), suscribe a 21 compañías de videojuegos con el fin de aprovechar el poder de sus plataformas para actuar en respuesta a la crisis climática. En otras palabras, diseñar su oferta con videojuegos ecológicos y conscientes con la naturaleza. Compañías líderes como Microsoft, Google Stadia, Ubisoft, Sony Interactive Entertainment, Rovio o Sports Interactive que reúnen a un total de más de 970 millones de jugadores.
La alianza tiene la meta de reducir 30 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030 planteándose más concretamente la introducción del problema climático en el diseño y el contenido de los juegos tradicionales hacia videojuegos ecológicos.
También contempla otras medidas ambientales, desde el empaquetado a la gestión de los residuos y la energía, además de plantar millones de árboles.

“Esta iniciativa puede ser valiosa. Como padre de dos hijos adolescentes, puedo decir que pasan buena parte de su tiempo jugando a videojuegos, por lo que estos pueden ser una manera fantástica de crear conciencia.”
ha dicho Andrew Dessler, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad A&M de Texas.
Un gran poder de convocatoria
El alcance masivo de los videojuegos los convierte en canales efectivos para propagar un mensaje de conciencia ecológica y la alianza quiere aprovechar estos canales. La preocupación por el clima ha cobrado más presencia en este ámbito a través de los llamados serious games, verdaderos videojuegos ecológicos y cargados de propósito, más allá del puro entretenimiento.
Un precedente que vale la pena recordar lo sentaro en 2006 Red Redemption y la BBC con el primero de los videojuegos ecológicos de su tipo, Climate Challenge, un juego cuyo objetivo era gestionar los recursos y la energía en Europa para conseguir llegar al año 2100 evitando una catástrofe climática.
En 2011 Red Redemption repite la hazaña con Fate of the World, juego basado en modelos de predicción climática desarrollados en la Universidad de Oxford.
Más videojuegos ecológicos surgieron del filón de Red Redemption, más recientemente, The Climate Trail, Future Delta 2.0, We-Energy Game y, sobre todo, los juegos desarrollados por la plataforma de la Universidad de Washington, EarthGames, todos centrados específicamente en la cuestión del clima. A estas iniciativas se suman franquicias tan populares como Civilization o SimCity con sus arenas medioambientales. Se trata de videojuegos que manejan el tema medioambiental sin abandonar su mayor atributo: ser divertidos.
“El mundo de los videojuegos sobre cambio climático tiene aún un interés muy sectorial y secundario en términos pedagógicos. Los criterios educativos no suelen estar entre las prioridades de las compañías y diseñadores, son más bien una dimensión secundaria”.
ha dicho José Gutiérrez, catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Granada en España.
Los expertos reconocen que entre las buenas intenciones y la realidad existen todavía abismos por salvar. Es menester que el contenido ambiental de los videojuegos ecológicos sea genuino para no terminar como un mero “greenwashing”.
¿Qué hace a los videojuegos ecológicos?
El uso de videojuegos en E.E.U.U. consume 5.000 millones de dólares en energía, el equivalente al consumo eléctrico de 85 millones de frigoríficos eficientes o a la emisión de dióxido de carbono de tres millones de coches.
Más allá del contenido de los videojuegos, debe trabajarse en los aspectos energéticos. Para que sean verdaderos videojuegos ecológicos, lo ideal es que prime la eficiencia energética en el diseño de los juegos.
“Nuestro análisis del uso de la energía en 26 plataformas y docenas de juegos ha encontrado muchas maneras de mejorar la eficiencia del hardware; hay oportunidades prácticamente en todos los componentes”.
explica Evan Mills, experto en eficiencia energética del Lawrence Berkeley National Laboratory.
Otro factor que debería respetar la fabricación de videojuegos ecológicos es el diseño de los empaquetados con la información energética sobre juegos y plataformas, necesaria para que los jugadores puedan elegir libremente las opciones más responsables. Y por último, añadir la necesidad de involucrar a todo el ciclo de vida de los productos, incluyendo la gestión de los residuos.
A final de cuentas, el propósito de los videojuegos ecológicos es crear jugadores más concienciados con un problema que concierne a todos. Estudios empíricos han verificado que los serious games sobre cuestiones ambientales pueden ser una herramienta eficaz para cambiar la mentalidad de la gente.
“El videojuego por sí solo no va a salvar el mundo, ni a reducir los niveles de emisiones o a limitar el uso de plásticos y otros residuos. De nada servirán los serious games si no se acompañan de programas pedagógicos innovadores, sólidos y bien estructurados en los que el que el estudiante tome consciencia de cómo esos problemas ficticios repercuten en su vida real”.
añade José Gutiérrez.
La influencia de los videojuegos ecológicos en las conductas en la vida real y a largo plazo de los jugadores es difícil de calcular con precisión. Sin embargo, es innegable el beneficio que representan a nivel didáctico para los jugadores que asumen roles, toman decisiones, valoran consecuencias y aprenden a diferenciar realidad y ficción. Que la reducción de emisiones saque provecho de esto, valdrá la pena.
FUENTE: BBVA.
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