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Un corredor térmico consecuencia de la corriente tropical “El Niño” parece ser la ruta migratoria más segura para la tortuga caguama.
La tortuga caguama (Caretta caretta), tortuga boba, cayume o cabezona es una tortuga perteneciente a la familia Cheloniidae que habita las aguas de los océanos Pacífico, Índico, Atlántico y Mediterráneo. Esta especie actualmente vive amenazada por diversos factores de riesgo, tanto antrópicos como naturales, que hacen peligrar su existencia y explican el actual declive de sus poblaciones. Por esta razón urgen estrategias científicas y de protección para salvar a este enigmático animal.
La tortuga caguama surge en las costas de Japón y pasa gran parte de su tiempo en el Pacífico abierto. Lo sorprendente respecto a su migración es lo impredecibles que pueden ser las rutas que siguen, llegándose a localizar ejemplares en México, a 14,500 kilómetros de su lugar de anidación original.
La ciencia se dio a la tarea de dar con las posibles causas detrás de este curioso cambio de itinerario llegando a reconocer efectos del cambio climático.
Su viaje las obliga a recorrer aguas frías y potencialmente mortales que deberían ser inhóspitas para ellas. Por eso un grupo de científicos, liderados por Larry Crowder, miembro principal del Instituto Stanford Woods para el Ambiente, empezó a estudiar esta migración. El resultado arrojó que la tortuga caguama puede tener una oportunidad fugaz de llegar a la costa mexicana debido a El Niño. Un ciclo climático que desplaza las aguas cálidas del Océano Pacífico tropical occidental, hacia el Este a lo largo del Ecuador.
Si esta hipótesis del corredor térmico es cierta, más tortugas caguama podrían migrar a la costa de América del Norte con seguridad. Pero esta investigación no es nueva, pues en 1996, los cientifícos obtuvieron por primera vez una pista de que la tortuga caguama del Pacífico Norte migra entre México y Japón cuando ‘Adelita‘, una tortuga hembra, fue liberada del cautiverio en Baja California y se dirigió directamente al Este de Asia.
Por ello, Crowder y sus coautores utilizaron datos de seguimiento similares para su nuevo estudio. Ellos extrajeron información de un enorme conjunto de datos de 231 jóvenes ejemplares de tortuga caguama, cuyos patrones migratorios habían sido monitoreados durante 15 años.
Aproximadamente el 97% de estas tortugas permanecieron en mar abierto y no se aventuraron hacia la costa de América del Norte.
De hecho, cuando estas tortugas caguama se acercaron al borde del ecosistema costero, se dieron la vuelta rápidamente.
No obstante, la hipótesis del corredor térmico sigue siendo solo eso: una hipótesis. Por eso, quieren realizar un estudio experimental con unas pocas docenas de estos animales. Donde dos grupos de tortugas caguama se liberarán en el océano abierto cerca del límite del Canary Current Large Marine Ecosystem. Un grupo durante un año de El Niño, y otro en el año frío de La Niña. Veremos si las teorías resultan ciertas.
FUENTE: Wokii.
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