El innovador proyecto de grado de la mexicana Valeria Montejo constituye una oportunidad de oro para un negocio sostenible. Zapatos hechos de sargazo.
El sargazo que cada año llega a las playas caribeñas ya es uno de los mayores problemas medioambientales a los que se enfrentan las costas del Atlántico septentrional. Por eso, iniciativas como la de Valeria Montejo que aprovechan el sargazo como materia prima, pueden ser una alternativa a esta invasión.
Greenpeace insiste en señalar este como un grave problema ambiental ya ha causado la muerte de especies marinas como tortugas y peces.
Con todo, como tal, el sargazo no es malo. El problema ha sido su llegada masiva a las playas debido al cambio climático y al derretimiento de los polos y glaciares. Mientras la señal de alarma ha sido dada, Valeria Montejo busca una salida para todo el sargazo que llega a las playas de su natal Mérida, en Yucatán, México, cada año.
Todo surgió tras un viaje familiar a Cancún en el que la joven universitaria no pudo entrar al mar debido a la proliferación del alga. Fue en ese momento en el que decidió que su proyecto de fin de carrera podría ser utilizar el sargazo como materia prima para diseñar calzado, ya que en sus clases había aprendido que podía mezclar plásticos con distintos materiales para poder crear casi cualquier objeto.
Valeria Montejo también destaca que uno puede resolver cualquier problema mediante un buen «diseño». Así fue como ideó reutilizar el sargazo. En su proyecto de grado señaló que “los bioplásticos son un tipo de material biodegradable que no emplea derivados del petróleo para su fabricación“. De ahí que su propuesta sea sostenible 100%. Filtrado en una máquina de repostería, triturado y secado al sol, el sargazo se convierte en el ingrediente que, amalgamado con PVC reciclado, le da forma y sustancia al calzado.
Una propuesta de cinco modelos de sandalias femeninas que recibe el nombre de Mar, inspirado en las playas de la península de Yucatán, constituyen la colección que Montejo introdujo al mercado.
Los zapatos sostenibles de Valeria Montejo
El proyecto de Montejo es el primero que se da de estas características en Mérida, pero a la joven no le importó y logró documentarse lo suficiente para hacerlo realidad. Para su sorpresa, el sargazo tiene propiedades muy similares a las del papel, por lo que facilitó la creación de los primeros prototipos. Después, todo fue cosa de ir perfeccionándose hasta llegar a lo que hoy es su marca.
FUENTE / IMÁGENES: Wokii.
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