El principio fundamental de la economía circular, transformar los residuos en recursos reutilizables, puede verse impulsada por el efecto de la inteligencia artificial, concepto que va adquiriendo mayor protagonismo.
Anualmente, se generan 2.120 millones de toneladas de residuos a nivel global, y sorprendentemente, el 99% de los productos comprados se desecha en solo seis meses. Sin embargo, a pesar del aumento en las discusiones sobre la economía circular, su implementación ha disminuido, con solo el 7,2% de la economía mundial siendo circular, según el Circularity Gap Report 2024.
La cifra refleja una caída del 21% en el último lustro, mientras que el consumo de materiales vírgenes llegó a 500 gigatoneladas, 28% de todos los materiales utilizados desde 1900. Ante esto, es evidente que necesitamos un reinicio y un replanteamiento fundamentales en nuestra forma de interactuar con el entorno. Aquí es donde la inteligencia artificial (IA) surge como una herramienta poderosa para revertir esta tendencia y fomentar una economía regenerativa.
La IA no solo optimiza procesos, sino que también redefine el diseño de productos, modelos de negocio e infraestructuras, convirtiéndose en un pilar fundamental para la economía circular.
El Potencial de la IA en el Diseño Sostenible
De acuerdo con un artículo de Reuters, el diseño es crucial en la economía circular, determinando el 80% del impacto ambiental de un producto, desde su tamaño y forma hasta los materiales utilizados y el método de envasado.
La IA, con sus capacidades de aprendizaje automático, permite la creación rápida de prototipos y la prueba de infinitas posibilidades, acelerando la innovación en diseño sostenible. Al establecer ciclos de retroalimentación continuos, donde los diseñadores pueden probar y refinar las sugerencias generadas por la IA, se logran diseños superiores en plazos más cortos y con materiales más sostenibles.
Además, la IA apoya a los diseñadores en la integración de principios clave para la circularidad, como el desmontaje, la capacidad de actualización, la desmaterialización y la maximización del contenido reciclado. Estos enfoques son esenciales para romper con el modelo lineal de tomar-fabricar-desperdiciar, y transitar hacia un paradigma donde los productos y materiales se mantengan en uso el mayor tiempo posible.
La creciente disponibilidad de materiales avanzados y las técnicas de fabricación, como la impresión 3D, amplían aún más las posibilidades de diseño. Sin embargo, estas opciones también pueden resultar abrumadoras, lo que refuerza el papel de la IA como copiloto en la toma de decisiones para un diseño verdaderamente circular.
Optimización de Cadenas de Suministro y Gestión de Residuos
La IA está demostrando ser una herramienta transformadora en la gestión de la cadena de suministro y la logística, áreas cruciales para la economía circular. Los equipos de EY, por ejemplo, están colaborando con empresas para implementar herramientas de IA que analicen y optimicen las cadenas de suministro, abordando problemas en la gestión del transporte, mejorando la eficiencia y reduciendo las emisiones de carbono.
Los algoritmos de IA también son capaces de pronosticar la demanda con mayor precisión, ayudando a reducir la sobreproducción y el exceso de inventario, lo que contribuye a cadenas de suministro más sostenibles y eficientes.
En el ámbito de la recuperación de residuos, la IA ya está siendo utilizada para ordenar a robots de clasificación que tamicen y clasifiquen los residuos en instalaciones de reciclaje con precisión casi humana.
Un ejemplo inspirador es Plastic Bank, una organización sin fines de lucro que convierte residuos plásticos en moneda mediante una plataforma habilitada con IA y protegida por blockchain. Un sistema transparente y rastreable permite al usuario canjear el plástico que recolectan por alimentos, combustible de cocina, matrícula escolar, seguro médico y otros servicios esenciales, atrayendo a más socios comprometidos con la solución al problema de los residuos plásticos.
Desafíos y Oportunidades: Residuos Electrónicos y la IA
Sin embargo, mientras la IA ofrece soluciones innovadoras para avanzar hacia la circularidad, también plantea desafíos, como el manejo de los residuos electrónicos, que se espera alcancen los 120 millones de toneladas anuales para 2050, el doble de lo que es hoy.
Este tipo de residuos es la corriente de desechos sólidos de más rápido crecimiento en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Las empresas tecnológicas son conscientes de este problema y están desarrollando estrategias para convertir los desechos electrónicos en minas urbanas de recursos.
Estas iniciativas incluyen programas de recuperación cuando los productos llegan al final de su primera vida útil, el diseño de productos para que se puedan desmontar y la incorporación de plástico reciclado en el hardware. Además, algunos fabricantes han comenzado a eliminar componentes como cargadores y auriculares de los nuevos teléfonos, en un esfuerzo por reducir los residuos.
A pesar de estos avances, es evidente que se necesita hacer más. La combinación del ingenio humano y la inteligencia artificial es esencial para abordar estos desafíos de manera estratégica. Adoptar un enfoque diferente, basado en la innovación y la sostenibilidad, puede ser la clave para impulsar un cambio positivo que beneficie tanto a las personas como al planeta.
La IA tiene el potencial de ser un catalizador en la transición hacia una economía circular, ayudando a las empresas y sociedades a adoptar un modelo más sostenible y responsable con el medio ambiente.
En este contexto, es fundamental seguir explorando y desarrollando soluciones que integren la inteligencia artificial en la economía circular, asegurando un futuro en el que los residuos sean cosa del pasado y la sostenibilidad sea el nuevo estándar.
FUENTE: Expok.
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