El veneno de las abejas y su componente principal, la meltina, provocan la muerte de las células cancerosas en los casos de cáncer de mama más agresivos.
Desde hace milenios, las abejas han proporcionado a los humanos sustancias que se han empleado con fines medicinales como la miel, el propóleo, pero también su veneno.
El veneno de las abejas se ha utilizado antes para tratar la artritis, dolores, reuma o enfermedades cutáneas. También tiene efectos anticancerígenos, en particular en el cáncer de próstata y de mama.
Pero hasta ahora no se conocía a nivel molecular cómo actuaba el veneno de las abejas para combatir el cáncer, especialmente en el cáncer de mama.
Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Médica de Harry Perkins de Australia ha descubierto que el veneno de abeja y, en especial, uno de sus componentes, la meltina, tienen efectos antitumorales precisamente en el cáncer de mama, que el tipo de cáncer más común en las mujeres de todo el mundo.
El estudio demostró que el veneno de las abejas mata rápidamente las células cancerosas más agresivas y difíciles de tratar. Comprobaron que cuando la meltina se combinaba con la administración de los medicamentos de quimioterapia habituales aumentaba su eficacia para frenar el crecimiento de las células tumorales.
En el experimento suministraron a ratones el veneno de abeja en concentraciones que consiguieron eliminar el 100% de las células cancerosas especialmente agresivas en 60 minutos, sin afectar significativamente a las células sanas.
Los investigadores usaron el veneno de un tipo concreto de abejas consideradas las más saludables del mundo, cultivadas en colmenas de Australia Occidental, Irlanda e Inglaterra. Se extrajo el veneno de abejas previamente dormidas con dióxido de carbono y congeladas para inyectarlo en ratones. La meltina, componente del veneno de las abejas con efecto letal, ataca la superficie de la célula cancerosa y forma agujeros que hacen que muera.
«Descubrimos que estaba interfiriendo con las principales vías de transmisión de mensajes o señales del cáncer que son fundamentales para el crecimiento y la replicación de las células cancerosas«.
indica la Dra. Duffy, autora del estudio.
Meltina: componente anticancerígeno
Entonces, la meltina no sólo mataba a las células cancerosas, sino que también impedía que se multiplicasen. La Dra. Duffy espera que este descubrimiento lleve a crear un tratamiento para el cáncer de mama triple negativo, el tipo más agresivo que representa del 10% al 15% de todos los cánceres de mama y que actualmente no cuenta con terapias efectivas. Por ahora, las investigaciones sólo se han comprobado en ratones y queda mucho por hacer.
Los agujeros hechos por la meltina en la superficie de las células cancerosas optimizaron la acción de la quimioterapia al agilizar su incursión en estas células. La meltina también demuestra tener efectos antitumorales en enfermedades como el cáncer de cuello uterino, de ovario y de páncreas, leucemia, melanoma, glioblastoma, y también en algunos tipos de cáncer de pulmón.
El veneno de las abejas es muy accesible y es rentable producirlo en grandes cantidades. Si en algún momento sale a a luz el fármaco, muchas comunidades del mundo podrán beneficiarse de él.
FUENTE / IMÁGENES: SESPM / TVN.
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